«Totón» Barberá defiende la labor de Alcaldía y exculpa a su hermana

La exjefa de gabinete de Alcaldía y hermana de la exalcaldesa Rita Barberá, Asunción Barberá, defendió ayer ante la comisión que investiga un supuesto caso de blanqueo de dinero en el grupo popular municipal su labor en este área y el trabajo de su hermana al frente del Cap i Casal. En concreto, aseguró que la relación de la Alcaldía con el grupo popular era «absolutamente administrativa», que ella no es miembro del PP y que la alcaldesa no acudía a las mesas de contratación y le llegaban los contratos «para la firma». Al respecto, explicó que Rita Barberá no acudía a las mesas de contratación y que los expedientes tramitados por Alcaldía estaban «fiscalizados» y eran «administrativos», no de contratación. Además, aseguró que la alcaldesa despachaba con el vicealcalde cuando era portavoz del partido, pero que la primera edil no iba al grupo.

Asimismo, «Totón» Barberá, que no está en la causa ni ha sido llamada por la Guardia Civil o el juez, negó conocer las donaciones al PP, de las que dijo haber tenido constancia «ahora» porque lo ha leído, pero «antes no», ni tampoco de que fuera devuelto el dinero (dos billetes de 500 euros con los que se suponen se devolvieron las aportaciones al partido para la última campaña electoral).

Barberá, obligada por su cargo como funcionaria municipal, inauguró la primera sesión de comparecencias de la comisión municipal que investiga al PP de Valencia para depurar posibles responsabilidades de sus concejales, en el marco del caso del supuesto blanqueo por el que están investigados medio centenar de concejales, exconcejales, asesores y exasesores populares.

La segunda en comparecer, aunque esta a puerta cerrada, fue la exasesora Arancha Martí, quien se ratificó en sus declaraciones a la Guardia Civil y el juez. «Nos hicieron una propuesta de ingresar mil euros en una cuenta que nos devolvían al día siguiente en billetes de 500 y que no lo ingresáramos en cuenta, más claro que es turbio no puede ser».

Martín, que era asesora del vicealcalde Alfonso Grau, aseguró que sospechaba del planteamiento que le hicieron y deseó que todo acabe «bien y se aclare la situación».

El último en declarar ante la comisión municipal fue el también el exasesor Jesús Gordillo. Las exasesoras Patricia Iserte y Nuria Diego se negaron a acudir argumentando en que en el momento procesal actual no procede que hagan declaraciones, tal y como han aconsejado tanto el juez que investiga el supuesto blanqueo como el fiscal del caso.

Gordillo, por su parte, confirmó que el asesor de alcaldía Juan Pedro Gómez le dijo que la secretaria del grupo, Maricarmen García Fuster, había dicho que tenían que ingresar los mil euros al grupo municipal y les dieron una cuenta.