Valencia

Tres comedores sociales atienden a los más necesitados en agosto

Casa Caridad, con dos centros y mil raciones al día, absorbe la demanda

Los comedores sociales alimentan a aquellas personas con más dificultades económicas
Los comedores sociales alimentan a aquellas personas con más dificultades económicaslarazon

valencia- Comer un plato caliente en pleno agosto ya no es una misión casi imposible para los más necesitados, puesto que este año permanecen abiertos en Valencia tres comedores solidarios, uno más que en el verano de 2012, cuando la Conselleria de Bienestar Social cerró dos de sus tres centros y sí aumentaron las colas en la puerta de Casa Caridad.

Este mes, el Departamento que dirige Asunción Sánchez Zaplana también ha reubicado a sus usuarios en las instalaciones de La Malvarrosa, pero la ONG de los valencianos cuenta ahora con dos establecimientos, el de la paseo de la Pechina y el de la calle Santa Cruz de Tenerife. Así, la demanda se absorbe casi por completo.

Según informaron ayer fuentes de la Asociación sin ánimo de lucro, la cifra de atendidos durante este período estival es similar a la que se registra el resto del año. Se sirven, entre los dos comedores, unas mil raciones diarias, domingos incluidos, ya que la organización es la única entidad que no ha cerrado ni un solo día a lo largo de su historia. Alimenta en un mes a unas 32.000 personas en riesgo de exclusión social.

Por su parte, el Consell gestiona tres comedores en la capital del Turia. El de Abejuela, con 60 plazas, y el de Literato Azorín, con 65, cierran debido a la caída de comensales, ya que, tal y como señalaron desde Bienestar, muchos de ellos dejan el servicio durante la canícula y quedan a cargo de sus familiares.

Los que continúan en sus hogares son reubicados en el comedor de La Malvarrosa, el único de titularidad pública que permanece abierto y que aumenta su capacidad para atender a un total de 140 usuarios, 90 en el primer turno y 50 en el segundo. Son 20 plazas más de las que ofrece durante el resto del año. Para ello, refuerzan el servicio contratando a una persona más, según explicó el propio director, Mariano Torres.

Sin embargo, este establecimiento funciona de manera muy diferente a los de Casa Caridad, ya que son los Servicios Sociales los que derivan a los comensales, que tienen su plaza asignada y no tienen que hacer cola diariamente por un bocado caliente. Son, en su mayoría, personas mayores de 65 años con pocos recursos y cuya situación económica raramente mejora.

Bienestar dispone de otras instalaciones en Sagunto dirigidas a otro tipo de perfil, a personas «sin techo» que han de pedir turno por la mañana para beneficiarse del servicio.

El Banco de Alimentos, que no sirve comida caliente pero que reparte productos básicos a 6.000 ciudadanos al mes, cerró sus puertas el pasado lunes y, aunque volverán pronto, aumentaron las distribuciones para que ninguna familia pasara hambre.

Otra opción para los más desfavorecidos son las Cáritas Parroquiales, que proporcionan víveres a través de sus economatos.