Valencia

Un octubre sin otoño

Las temperaturas mínimas han estado cinco grados por encima de lo normal. El calor continúa el fin de semana

Imagen tomada ayer en el centro de Valencia
Imagen tomada ayer en el centro de Valencialarazon

Valencia- Octubre de 2013 pasará a la historia por ser un mes de temperaturas veraniegas. Hasta el día de ayer, lo habitual ha sido que las mínimas estuvieran cinco grados por encima de lo normal, por lo que las temperaturas otoñales han brillado por su ausencia. Las playas se han llenado no solo con los turistas procedentes de países mucho menos cálidos, sino también de valencianos que han visto como el verano se ha alargado de manera impredecible.

Los registros marcan que la media de principios de mes se sitúa en 16,5 grados y a finales baja hasta los 12,7. Sin embargo, el 1 de octubre se registraron 23,6 grados de mínima, el día 16 fue de 20,6 y el día 24 de 20 grados.

Lo mismo ha ocurrido durante el día, ha habido cinco grados más de lo normal. La temperatura habitual es de 22 grados y se han estado alcanzando los 27.

Estos son los datos que maneja la delegación de Valencia de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que también advierte de que las temperaturas seguirán así durante todo el fin de semana e incluso pueden llegar a subir el lunes, empujadas de nuevo por el viento de poniente. El jefe de Climatología de la Aemet en la Comunitat Valenciana, José Ángel Nuñez, aseguró ayer que las temperaturas otoñales comenzarán a llegar a partir del martes, cuando parece que por fin se producirá un descenso de los termómetros.

Aunque habrá que esperar al final de la estación para analizarla globalmente, este otoño ya ha marcado varios récords. Entre ellos el día 1 de octubre, que fue más caluroso de la historia en el que las mínimas fueron de 23,6 grados. Así mismo, durante seis noches se ha superado el umbral de los 20 grados, lo que se considera «noche tropical».

A las tres serán las dos

La Comunitat Valenciana ahorrará cerca de doce millones de euros con el cambio horario que se realizará esta madrugada, un atraso de una hora que obedece a una directiva de la Unión Europea y permite ganar 135 horas de luz al año. A las tres de la madrugada se retrasarán los relojes a las dos.

El cambio de hora afecta fundamentalmente al consumo doméstico, sector que obtiene un ahorro en el consumo eléctrico cercano al uno por ciento, lo que equivale a 9,4 millones de euros.

El ahorro se produce entre los meses de marzo a octubre, ya que en esta época el sol sale antes y se pone más tarde, es decir, los días son más largos. La modificación horaria hace coincidir el inicio de la jornada laboral con el amanecer.