Una familia más programada por la crisis pone el límite en dos hijos

Valencia- La economía doméstica siempre ha sido determinante a la hora de programar una familia. «¿Cuántos hijos me puedo permitir sin comprometer mi futuro?» La pregunta, habitual en las consultas médicas hace unos años, es actualmente inevitable. Y es que la crisis lo cambia todo. El que quiere ser padre o madre, lo acaba siendo, pero todo tiene un límite, y esa línea se marca hoy en los dos vástagos.

Según la doctora Mónica Muñoz, especialista de reproducción asistida en la clínica de fertilidad Crea, es una cuestión que ponen sobre la mesa todos los pacientes que acuden interesándose por una vasectomía o ligadura de trompas. «¡Claro que influye la crisis! Ya nadie quiere una familia numerosa», declara entre risas. Muñoz explica que se trata de un perfil muy claro, parejas consolidadas que rondan los cuarenta años y con dos hijos y que han decidido «quedarse con la parejita». Si son muy jóvenes y solo tienen un descendiente, el médico lo desaconseja, «pues con el tiempo pueden cambiar de opinión» y la intervención es definitiva. «Hay que tenerlo muy seguro», avisa.

Al respecto, la especialista asegura que hay que dejarle claro al paciente que la reversión de estas intervenciones, pese a que en algunos casos pueden llegar a tener un éxito superior al 55 por ciento, no siempre son fáciles y que vasectomías y ligaduras no deben tomarse como un método anticonceptivo. «Si se hacen, hay que advertirles que es para siempre, porque aunque se practique una reversión, suele ser mucho más difícil volver a ser padres». Por ello, en hombres aconsejan congelar un par de muestras de esperma en el caso de que, una vez efectuada la vasectomía, quisiera tener más descendencia en el futuro.

Por su parte, el urólogo José María Martínez-Jabaloyas confirma desde el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) el perfil de personas que desisten de nuevas paternidades y maternidades. Personas en la cuarentena y que ya tienen dos hijos, aunque en los últimos años la cifra, tanto en esta clínica como en su consulta del sistema público, se mantienen estables.

Pero existe un apartado que experimenta un ligero incremento, en torno al diez por ciento, es el de aquellos que buscan recuperar su fertilidad. «Se trata de personas separadas o divorciadas que, teniendo hijos o no, han encontrado una nueva pareja con la que llevan, de media, unos cinco años», explica la doctora Muñoz. Son estos «arrepentidos» los que quieren repetir la experiencia de traer un bebé al mundo.

Con todo, según datos del hechos públicos esta misma semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de nacimientos se redujo en la Comunitat Valenciana durante 2012 un 3,9 por ciento, ya que nacieron 47.539 bebés frente a los 49.446 del año anterior.