Sociedad

«Valencia pasa hambre»

El Banco de Alimentos ha multiplicado por diez el número de atendidos, hasta los 4.000. Hay 1.600 en lista de espera

El presidente de Banco de Alimentos de Valencia, Jaime Serra
El presidente de Banco de Alimentos de Valencia, Jaime Serralarazon

Decenas de personas esperan ordenadamente su turno en las puertas del Banco Solidario de Valencia desde primera hora de la mañana. Es así todos los días, cuando una persona por familia sin ingresos hace la famosa cola para abastecer su hogar de los alimentos más básicos. El control es riguroso, «para evitar la picaresca», explica uno de los voluntarios.

La organización sin ánimo de lucro ha atendido ya a más de 4.000 familias, número que multiplica por diez los datos de los primeros años de la crisis, cuando socorría a unas 350 personas al año. Aún así, todavía hay 1.600 personas en lista de espera. Además, estas son sólo las cifras de la sede de la Calle Santa Cruz de Tenerife. La central del Banco de Alimentos, en la Pobla de Vallbona distribuye víveres a 272 centros benéficos.

«Valencia está pasando hambre», asegura el responsable de la entidad, Jaime Serra, que nos atiende solo cuando acaba de organizar la descarga de un camión de alimentos. Lo primero es lo primero. Luego explica que cerrarán el año con más de siete millones de kilos de comida repartidos, lo que supone un ligero aumento. Solo durante las próximas fechas navideñas entregarán 200.000 kilos y no los 30.000 que acostumbran a recoger en Navidades anteriores. El objetivo es conseguir que nadie pase hambre estas fiestas. Para ello, la asociación ha habilitado un teléfono especial (607364171).

«Afortunadamente hay una respuesta fuerte y contundente de los valencianos».Una contestación que también demanda a empresas y Administraciones Públicas. Según Serra, la Generalitat y algunos Ayuntamientos, como el de Valencia, sí colaboran con el proyecto, pero no lo suficiente como para cubrir el incremento de gastos derivados del aumento de la demanda. Sobre las empresas privadas, señala que podrían arrimar más el hombro. «No tengo nada en contra de ninguna compañía, pero digo que con la que está cayendo, las empresas que tienen beneficios espectaculares deberían aportar más».

Serra, al que un día le bautizaron como el ángel de los inmigrantes, alimenta ahora a todo tipo de familias y cree que lo seguirá haciendo durante mucho tiempo. La crisis, dice, ha creado más ricos y más pobres, por lo que habrá un porcentaje de personas que siempre estarán cerca de la exclusión social. «Dicen que la economía mejorará a partir de 2014, pero yo me pregunto qué pasará con esas familias desfavorecidas hasta ese año. ¿Tendrán que seguir viviendo pendientes de una cola? La crisis amainará y en lugar de venir 5.000, lo harán 2.000, pero haberlos, los habrá».

La solución, para él, pasa por que los Gobiernos dejen de apoyar a la banca y aprueben políticas pensando en los de abajo.

Nuevo proyecto

En la actualidad, el Banco de Alimentos tiene tres sedes, lo que le cuesta 45.000 euros al año en concepto de alquileres. Por ello, la voluntad del presidente es trasladar todos los alimentos a una única instalación. Varios Ayuntamientos ya han cedido el suelo, por lo que solo se necesita una inversión cercana a los 400.000 euros para ejecutar el proyecto. Serra explicó ayer que se dirigirán a la Casa Real, ya que saben de la sensibilidad de la Fundación Reina Sofía con el Banco de Alimentos madrileño.

«Quiero que cuando yo no esté, todo esto continúe. El futuro del Banco es prometedor porque hay un compromiso muy grande por parte de la sociedad valenciana y también de las autoridades».