Valencia pone en marcha una red ciudadana para acoger a refugiados

La capital de la Comunitat se convertirá en «Ciudad Refugio» según anunció ayer el alcalde Joan Ribó, quien aseguró que apuesta por unir esfuerzos entre las diferentes instituciones y la sociedad civil «para mostrar la solidaridad del pueblo valenciano y articular la acogida de refugiados del conflicto sirio». Para ello el consistorio colgó en su página web un anuncio para centralizar la ayuda que los ciudadanos puedan ofrecer a los afectados por los combates en Siria, tanto de alojamiento y acogimiento como de recursos materiales y voluntariado, y habilitará una partida económica para poner en marcha toda esa colaboración.

Otra de las medidas que propuso el edil es la posibilidad de un canal directo por mar a Valencia para los refugiados. Si ese barco se pusiera en marcha, aunque Ribó aseguró que es una cuestión que no depende del Ayuntamiento, «se habilitará el edificio Veles e Vents como centro de recepción y distribución de los refugiados.

El plan que presentó ayer Ribó tiene tres fases, la primera de acogida, para la que pidió colaboración ciudadana, «porque no debe tratarse de una labor institucional, sino social», la segunda de sensibilización, «porque es necesario concienciar a la ciudadanía» y por último de inclusión, «ya que es importante normalizar la vida de los refugiados para que se sientan integrados desde el primer momento». Éste se ejecutará en cuanto se cuantifique el número de refugiados que acoja España y se contabilicen los recursos de los que se dispone en Valencia.

Por su parte, la selección de voluntario o de las familias acogedoras «no será inmediata», ya que se requiere el análisis detallado de los perfiles de las personas acogedoras y de las instalaciones disponibles.

Así mismo destacó que a los valencianos «nos gusta ser solidarios» y que el acogimiento de los refugiados debe hacerse «pensando en los derechos humanos» y en las causas que llevan a éstos a huir de sus países. En este sentido criticó la existencia del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Valencia. Entre otras medidas que podrían acometerse está abrir una cuenta corriente para recabar más ayuda y solicitar a las entidades financieras que cedan las viviendas vacías para que puedan ser ocupadas por refugiados. El consistorio también se puso en contacto con la Diputación y diferentes colectivos.