Infraestructuras

«Abandonado» un puente en la frontera entre Hortaleza y San Blas

La infraestructura, de 110 metros de largo y llena de socavones que discurre sobre la A-2, ha sido olvidada por la «operación asfalto» de Carmena.

El asfalto se ha quedado en los límites del puente de Felipe Juvara, que sigue lleno de socavones y grietas
El asfalto se ha quedado en los límites del puente de Felipe Juvara, que sigue lleno de socavones y grietaslarazon

La infraestructura, de 110 metros de largo y llena de socavones que discurre sobre la A-2, ha sido olvidada por la «operación asfalto» de Carmena.

La «operación asfalto», bautizada por el Gobierno de Ahora Madrid como «plan de choque para mejorar calzadas y aceras», se ha dejado a su paso un puente «olvidado» en la frontera entre los distritos de San Blas y Hortaleza. Se trata del puente de Felipe Juvara, que atraviesa por encima la A-2 y une las avenidas del Veinticinco de Septiembre y los Andes.

En las últimas semanas las máquinas extendedoras de asfalto han dejado sin rastro de socavones las calles que rodean al citado puente. Vías que lucen ya reasfaltadas y repintadas, pero los operarios del Ayuntamiento de Madrid se han quedado al límite. Los algo más de cien metros que se levantan sobre la autovía de Barcelona aún están repletos de grietas y socavones. ¿Será que el puente no es de titularidad municipal y por eso tendrá que asfaltarlo Fomento?, se han preguntado estos días muchos conductores que dejan de disfrutar de una calzada lisa en cuanto ponen una rueda sobre Felipe Juvara. Fuentes municipales aseguraron a LA RAZÓN que los 110 por 12 metros que se han quedado sin arreglo –el tramo que comprendido entre las juntas de dilatación del puente– están actualmente en fase de inspección por parte de los técnicos del Ayuntamiento de Madrid. «Se va a arreglar», aseguran, aunque desconocen los plazos.

El Ejecutivo de la capital inició el pasado octubre una campaña para mejorar la conservación de las carreteras. «La situación actual es fruto de la reducción presupuestaria destinada a la conservación de las vías públicas determinada por la adjudicación en la pasada legislatura del actual contrato integral de conservación», acusaban a los Gobiernos anteriores, del PP, de la actual situación de las calles. «Nunca se debe asfaltar en tiempo frío ni con lluvia. Pero yo soy un académico. Admito que si yo fuese el concejal responsable podría haber circunstancias en las cuales no solo lo admitiese, sino que lo ordenase. En cualquier caso está claro: lo que ahora se está haciendo debería dejarse para la primavera. Lo que yo no sé si eso que supuestamente está mal es culpa del Ayuntamiento o (creo que más probablemente) de la susodicha empresa adjudicataria de la gestión de la conservación», asegura Miguel Ángel del Val, catedrático de la escuela de Ingenieros de Caminos de la Politécnica de Madrid.

Mientras se concluye la «operación asfalto», el pasado año, los vecinos de la capital realizaron 32.605 denuncias por el mal estado del pavimento, que suponen casi 90 al día. En concreto las quejas por agujeros en las calzadas se ha disparado un 57%.