Restringido

Ahorramos 12 litros de agua en cisternas cada día

Los hogares madrileños gastan ahora 30 litros diarios en tirar de la cadena; hace cinco años empleaban 42,2. El Canal de Isabel II ha advertido un aumento del consumo del 0,8% en el último año, especialmente en los grifos

El embalse de Valmayor, en una imagen de la semana pasada
El embalse de Valmayor, en una imagen de la semana pasadalarazon

Bien por concienciación medioambiental, bien por ahorro económico, lo cierto es que el consumo de agua en los hogares madrileños cae estadística tras estadística. Los datos más llamativos son los referentes al consumo en lavadoras y lavavajillas –en el caso de estos segundos su gasto de agua ha caído de 11,5 litros, en 2009, a 6,7 el pasado año– y, sobre todo, los de las cisternas. Si bien en los últimos años se han encontrado numerosos sistemas de ahorro para los sanitarios instalados en los hogares de la Comunidad de Madrid, el registro del Canal de Isabel II Gestión es contundente: ahora los madrileños gastamos doce litros de agua al día menos que en 2009 cuando se trata de tirar de la cadena. En concreto, según los datos facilitados por la empresa de aguas, el gasto en las cisternas por vivienda hace cinco años era de 42,2 litros, mientras que en la última encuesta la cifra se había reducido a 30,1.

Desde 2008, la empresa cuenta con una muestra más o menos estable de entre 200 y 300 viviendas repartidas por toda la Comunidad de Madrid, y que pueden considerarse representativas del conjunto de usuarios domésticos de la región, de los que extrae los datos de sus encuestas. El consumo de agua de este panel de viviendas se monitoriza de forma continua mediante instrumentos de precisión con el objetivo determinar los distintos usos finales, tendencias y cambios de hábitos de los hogares madrileños respecto al agua. Este observatorio de los patrones de uso de agua en el entorno doméstico ha confirmado en su última edición, en 2013, que los grifos en general, junto con los baños y duchas, y seguidos por las cisternas, son los lugares de las viviendas en los que se distribuye principalmente el gasto de agua. Además, en prácticamente todos ellos el consumo se ha reducido en el último lustro. En 2013 el consumo de esta muestra aumentó ligeramente respecto a 2012 (un 0,8%), debido principalmente al incremento de uso en grifos y fugas internas, compensado en parte por un descenso del agua empleada para baños y duchas. Así, por ejemplo, el gasto de agua en baños es ahora 8,8 litros menor que en 2009, el computado por fugas un 9,5 más bajo, las lavadoras emplean ahora 7,8 litros menos que hace cinco años y mientras que el absatecimiento que necesitan los lavavajillas es 4,8 litros menor, confirmando el uso más racional del agua en los aparatos monitorizados. El consumo en riego también ha descendido en el periodo analizado; ahora gastamos 2,1 litros menos de los 9,4 litros diarios que aparecían en las estadísticas en 2009. Por contra, y tras un periodo de dos años 2010 y 2011, en el que su gasto se redujo, ahora los grifos madrileños gastan más agua: de 101,8 litros a 110,4, 8,6 litros más cada día.

Sin bajada en la industria

Con todo, el estudio confirma el descenso general del gasto por vivienda en toda la región del 11% en el último lustro. El consumo de agua por habitante, considerando el volumen derivado de todas las fuentes de suministro, que entre 1995 y 2003 se incrementó en un 6,2%, experimentó un descenso del 28,5% entre 2003 y 2013, a razón de un 3,3% anual (TAE). Además, la reducción fue menor en los usos domésticos que en los industriales, comerciales o institucionales. Por primera vez desde 1991, se ha reducido la población abastecida desde el sistema de Canal gestión, aunque sea de una manera anecdótica, pues ha pasado de 6.292.345 habitantes en 2012 a 6.290.398 el pasado año.

«En los últimos años se viene observando una persistente tendencia de reducción de consumo de agua en el ámbito urbano, que rompe la trayectoria histórica de incremento en las dotaciones unitarias de consumo, y que parece indicar un descenso continuado de las mismas. Este cambio de tendencia se ha registrado en distintas regiones de España, pero también en numerosos países del mundo occidental, en Europa, Norteamérica y Australia», explican fuentes del Canal de Isabel II. En la Comunidad de Madrid, este cambio comenzó a dar sus primeras pistas en torno al año 2003, es decir, antes de la sequía de 2005, y bastante antes de la recesión económica que se inició en 2008, por lo que desde la empresa de aguas niegan que se pueda atribuir su origen a estas circunstancias, aunque reconocen que «hayan podido contribuir a su consolidación y refuerzo».