Medio Ambiente
Ahorramos hasta en la basura
En 2012 se recogieron 64.637 toneladas menos de residuos, pero se desechó más papel y vidrio. La capital no registraba cifras tan bajas en este servicio desde principios de los años 90
Desde 2008, cuando se veían los primeros signos de la crisis económica, el consistorio madrileño detectó un descenso de las toneladas de basura recogidas. Entonces era un ligero decrecimiento de 25.000 toneladas pero, un año después, la diferencia negativa fue de 50.000 toneladas
Desde 2008, cuando se veían los primeros signos de la crisis económica, el consistorio madrileño detectó un descenso de las toneladas de basura recogidas. Entonces era un ligero decrecimiento de 25.000 toneladas pero, un año después, la diferencia negativa fue de 50.000 toneladas. En los últimos años la caída ha sido vertiginosa, con bajadas de hasta 70.000 toneladas entre 2010 y 2011. El año pasado, se batió el récord de menos toneladas recogidas de los últimos 20 años.
Así, entre 1992 y 2012, no se había recogido menos cantidad de basura que en el último año, cuando se recogieron 1.135.784,79 toneladas. De hecho, el siguiente año que menos toneladas de residuos se recogieron durante este periodo fue 1996, con 1.165.493. El descenso respecto al año anterior, 2011, es de unas 65.000 toneladas. Este cambio de tendencia es aún más llamativo si se tiene en cuenta el incremento de la población en la capital. Hace seis años había 2.866.850 madrileños censados mientras que en 2011 esta cifra fue de 3.269.861. Es decir, somos más pero consumimos muchísimo menos.
El origen de este descenso viene sin duda marcado por el comienzo de la crisis económica, puesto que fue 2007 el último año en el que creció el número de toneladas recogidas. Los madrileños no sólo han optado por recortar en la lista de la compra sino que, además, se cuidan mucho de no tirar nada. A esto se añade una triste realidad, que mucha gente espera en la puerta de los supermercados para recoger todos los alimentos que, al acercarse su fecha de caducidad, son desechados por las tiendas de alimentación. Al respecto, existen varias iniciativas que abogan porque los mayoristas y minoristas de alimentos destinen todos los productos desechados por caducidad cercana a ONG y bancos de alimentos para dar de comer a los necesitados, cuyo número ha aumentado exponencialmente en los últimos años.
El propio ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, afirmó a primeros de año que el Gobierno estudiaría las fechas de caducidad de los alimentos para prolongar su tiempo de consumo. Así, la semana pasada anunció que se elimina la fecha de caducidad del yogur, que cambiará a consumo preferente, para que sea cada fabricante el que evalúe el tiempo razonable en el que se puede consumir este producto lácteo sin riesgos para la salud.
Curiosamente, aunque la recogida de envases y restos se ha reducido notablemente respecto a años anteriores –incluso los restos orgánicos han bajado por primera vez del millón de toneladas, con sólo 974.683,67 en 2012 frente al 1.021.525 de toneladas recogidas en 2011–, los residuos de vidrio y papel-cartón se han incrementado ligeramente respecto al año anterior. La cantidad de basura recogida en los contenedores verdes y azules ha aumentado en 5.400 toneladas y 1.000 toneladas respectivamente.
La recogida de estos residuos, que estaba en alza hasta 2010, sufrió un ligero descenso el año pasado que, en el caso del papel, se ha contrarrestado de una manera muy fuerte en 2012. Hay dos motivos por los que esto puede haberse producido; el primero, que las comunidades de vecinos han comenzado a recibir los apercibimientos de los inspectores del Área de Medio Ambiente en las que les avisan de que, en caso de que su reciclaje no sea correcto, les impondrán multas de hasta 750 euros. Por otro lado, cada vez hay más personas que recorren la ciudad para «vaciar» los contenedores de papel y revenderlos a las recicladoras.
Menos días de recogida
Hace apenas seis meses, el Ayuntamiento de Madrid aprobó que la recogida de los contenedores amarillos, destinados a reciclar envases, sólo se recogería tres días a la semana. A esto se añadió que, desde el 1 de enero de 2013, la basura orgánica no se recogería en domingos y festivos, con el objetivo de ahorrar hasta un millón de euros en los presupuestos municipales.
Dichas medidas concitaron la protesta de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm), puesto que consideraban que quienes viviesen en edificios pequeños no podían guardar la basura tanto tiempo. Sin embargo, en 2012, el montante de toneladas recogidas del contenedor amarillo ha sido de 71.902,49, casi 5.000 toneladas menos que en 2011, cuando ya se registraba una reducción del 18% en la cantidad de basura recogida desde 2007.
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