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Asalta una guardería armado con un cúter y secuestra a un niño de dos años
«Jandi», vecino de Colmenar del Arroyo, dejó en libertad a su rehén en perfecto estado tras cuatro horas y media de secuestro
La Guardia Civil ha liberado el menor de dos años que llevaba retenido desde primera hora de la mañana retenido por un hombre de unos 50 años, con un cúter, en una guardería de Colmenar de Arroyo.
Durante cuatro horas y media, un hombre de entre 40 y 50 años, mantuvo ayer retenido a un menor de dos años en una escuela infantil de Colmenar del Arroyo. En torno a las 10:30 horas de la mañana, Alejandro Blázquez, el captor, accedía al centro docente junto con el padre de uno de los alumnos de la escuela infantil La Olma (se desconoce si se conocían) con actitud agresiva y violenta, explicaron testigos presenciales. «Jandi», que es como conocen en el pueblo al captor –uno de los vecinos de Colmenar que además regenta el restaurante La Colmena, próximo a la escuela infantil y a la Casa Consistorial–, portaba un cúter.
Los educadores del centro evacuaron rápidamente a todos los niños, con edades comprendidas entre los 0 y los 3 años. Pero el captor logró coger a uno de los menores y le tomó como rehén. Según fuentes de la investigación, el asaltante cogió un niño «al azar» (descartaron que tuviera ninguna relación familiar ni de otro tipo con el bebé) y exigió a los agentes de la Guardia Civil que se personaron en la guardería que avisaran a los medios de comunicación. Quería cámaras. El vecino de la localidad que alertó a los agentes aseguró que «Jandi» había reconocido su entrada al centro que «no tenía nada que perder».
Agentes de la Guardia Civil activaron sus patrullas territoriales en el oeste de la región y enviaron hasta Colmenar del Arroyo a una unidad de negociadores y psicólogos que se pusieron en contacto con el raptor. Pero «Jandi» tenía claro su objetivo, no pensaba salir y cuando los mediadores le preguntaron por los motivos que le habían llevado a cometer este secuestro reiteró, visiblemente alterado, que quería que acudieran las cámaras de televisión.
Pasaron varias horas hasta que el agente y dos negociadores lograron dialogar con el captor. Haciéndose pasar por periodista y miembro de delegación del gobierno, respectivamente, los negociadores consiguieron tranquilizar a Alejandro y lograron que pusiera cuentos y cantajuegos para que el niño estuviese tranquilo y entretenido.
Pocos minutos antes de las tres de la tarde, el raptor decidía poner fin a la tortura de la madre del menor, que siguió desde la puerta del centro todo lo que ocurría con su hijo. «Jandi» decidía liberar al menor y entregarse sin que los agentes, que le detuvieron de inmediato, tuvieran que emplear la fuerza. Un portavoz de la Guardia Civil señaló que la actuación de los educadores y de los padres fue ejemplar en todo momento.
Efectivos del SUMMA que se trasladaron hasta la guardería se encargaron de realizar una exploración completa al menor para comprobar que, como parecía a simple vista, el niño se encontraba en perfecto estado. Cerca del centro escolar, en un polideportivo, los sanitarios instalaron un dispositivo de emergencias donde atendieron a la madre del menor, que sufrió una crisis de ansiedad. Fue dada de alta en el mismo lugar. Tras las exploraciones de los sanitarios, madre e hijo pudieron regresar a su domicilio.
Por otro lado, «Jandi» fue trasladado a dependencias judiciales de Navas del Rey. Considerado como un hombre «normal» y «buena persona» los vecinos no daban crédito a que el dueño del bar La Colmena fuese el captor. «No es normal, es un buen muchacho. Le ha tenido que pasar algo», señaló Conchi, vecina del municipio que, como la mayoría del vecindario, recibió con sorpresa la noticia de que Alejandro era el protagonista de este suceso.
En este sentido, otra vecina que se encontraba cerca de la escuela infantil señaló que el raptor es del pueblo «de toda la vida» y que no había tenido nunca problemas con nadie.
Se desconoce el móvil que motivó a Alejandro a tomar rehenes en una guardería, aunque fuentes de la Guardia Civil apuntaron que el asaltante tenía graves problemas económicos. Del mismo modo, Ana Belén Barbero, alcaldesa de Colmenar del Arroyo, manifestó la angustia vivida por el pueblo al desconocer «lo que estaba sucediendo». Además, señaló que en el municipio «todos nos conocemos, todos somos amigos, todos somos familia».
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