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Cae una célula que blanqueó casi tres millones en locutorios

Llevaban seis años realizando envíos a Colombia con identidades falsas

La Policía sospecha que hubo más de tres puntos de envío
La Policía sospecha que hubo más de tres puntos de envíolarazon

La Policía tiene constancia de que llevaban actuando, al menos, desde el año 2009, pero puede que comenzaran antes desde otros puntos de envío. Lo que es seguro es que, desde esa fecha y hasta el mes pasado, se realizaron 3.408 envíos de dinero para blanquearlo procedente de actividades ilícitas desde tres locutorios madrileños. Siempre con destino a Colombia. Para ello utilizaban en la mayoría de las ocasiones el método de hacerse pasar por otra persona, por lo que el propio blanqueo de capitales llevaba aparejado el delito de usurpación de la identidad. En otras ocasiones contrataban a gente que, a cambio de una contraprestación, enviaba dinero al destinatario que le habían dicho presentando su documentación. Todas estas «subcontratas» son sólo del eslabón de una cadena que, se cree, pertenece al narcotráfico. Pero es sólo una célula. Al otro lado del Atlántico hay otra red que prácticamente funciona igual para recepcionar el beneficio que estas organizaciones han sacado de sus negocios ilegales en España. «Son dos telas de araña que actúan casi igual, una de cada lado», explica un agente dedicado al blanqueo. Este agente y su equipo han logrado ahora «limpiar» la tela de araña que operaba desde la capital.

Los «patrones» que presentaban los envíos hicieran pensar a los agentes que podría tratarse de dinero procedente de actividades ilícitas porque eran cantidades muy elevadas en muy poco espacio de tiempo y desde los mismos locales. Se trata de uno situado en el número 26 de la calle Francisco del Pino y otro en el número 5 de la calle Zújar, que también ha cerrado. Pero hasta hace unos meses, ambos locales estaban regentados por Juan José J. H. G., un colombiano de 38 años y el único detenido en esta «operación Pino». Además de cometer los ilícitos desde estos dos locutorios también se utilizó uno en el número 96 de la calle Manojo de Rosas. Ante la necesidad de constatar qué tipo de pagos se realizaban desde estos locutorios, la Policía solicitó la operativa de giros a varias entidades de pago. Esta parte de la investigación fue ardua y laboriosa: se analizaron más de 2.000 envíos y se detectaron alrededor de mil sospechosos. Los agentes comenzaron a localizar y, en su caso, a citar a los supuestos clientes de los establecimientos. Tras esta fase de investigación, también minuciosa, los agentes pudieron determinar que hasta en trece ocasiones se utilizó la identidad de cinco personas para realizar envíos sin su conocimiento, lo que supone un delito de usurpación de la identidad.

Para ello utilizaban documentación de otras personas o directamente creaban unas falsas. A partir de ahí, realizaban pagos continuos de elevadas cantidades, sobre todo si se compara con la media que suelen enviar el resto de usuarios. Por ejemplo, uno de ellos realizó 110 envíos de 111.493 euros. Los agentes consiguieron localizar a dos personas que figuran en su operativa y que no reconocieron como propios. Otro hizo nada menos que 749 envíos a Colombia por un importe total de 768.683 euros; otro, 1.273 envíos por una cuantía de 1.242.059 euros. Y el cuarto envió a Colombia 209.394,15 euros en 280 envíos. Como agentes autorizados de distintas empresas de pagos, los cinco investigados habrían emitido 3.408 envíos que muestran indicios de ser fraudulentos por un total de 2.828.720 euros. En este sentido, se habría conseguido localizar a 17 personas que no habrían reconocido como propios 38 envíos con un importe total de 33.916 euros. Como remitentes de dinero a Colombia habrían realizado 311 giros con un importe total de 165.989 euros.

Después de constatar todos estos datos, los agentes del Grupo VII de la Udyco de Madrid procedieron a la localización de los investigados. Así, el 9 de abril se detuvo a Juan José J. H. G. También se localizó e imputó a Jorge T. D. Asimismo los agentes también localizaron a las otras tres personas investigadas, que actualmente se encuentran en EE UU y Colombia por lo que la operación sigue abierta. Con la «operación Pino» se ha conseguido esclarecer cinco delitos de blanqueo y 38 delitos de usurpación de identidad.