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Comunidad de Madrid

Campaña permanente

La Razón
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El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha anunciado que las tarifas del transporte público madrileño vuelven a congelarse en 2015 por segundo año consecutivo. Se trata de un gran esfuerzo porque seis de cada diez euros del billete ya estaban subvencionados para el viajero y porque se realiza en un momento de aún grandes dificultades económicas. Por este motivo el presidente regional insiste en que no va a pedir más esfuerzos a los madrileños a través de sus impuestos. En todo caso, procurará bajarlos como ya ha hecho con el IRPF y congelará las tasas del agua, escuelas infantiles, escuelas oficiales de idiomas, matrícula de las universidades públicas y menú escolar, entre otras. Sin embargo, poco han tardado los socialdemócratas madrileños en despreciar estas medidas achacándolas de electoralistas. Piensan que la educación, la sanidad o el transporte público son banderas que les pertenecen a pesar de aniquilarlas allá donde gobiernan. Además, no conciben un servicio público que no emane de más impuestos y de ingente burocracia. Esta legislatura se han opuesto a todo mientras la Comunidad de Madrid se ha dedicado hacer campaña permanente. Nuevos centros públicos bilingües, centros de salud, un Hospital en la sierra oeste, mejoras en intercambiadores, planes de empleo.

Electoralista es amenazar con «un otoño caliente» en la educación, provocando que los alumnos pierdan clases mientras hacen política a su costa. Electoralista es intentar sin tregua que la calidad de la Sanidad en Madrid mengüe con fines políticos mientras hacen insufrible la vida a los ciudadanos con protestas perfectamente organizadas donde más les puedan incordiar. Eso es electoralismo.

Congelar tasas y bajar impuestos cuando sea posible es ser consecuente con el compromiso fiscal de un gobierno con su contribuyente. Es, además, la línea económica que siempre ha defendido el PP en Madrid.