Podemos
Carmena-Errejón: el tándem del que recela el ala radical
Sectores de Ahora Madrid y de Podemos lamentan que estas designaciones «in pectore» conviertan las primarias en un trámite.
Sectores de Ahora Madrid y de Podemos lamentan que estas designaciones «in pectore» conviertan las primarias en un trámite.
«Yo iría con Carmena a cualquier sitio». Íñigo Errejón sabe que su destino político a medio plazo está ya escrito. En 2019 buscará sustituir a Cristina Cifuentes en la Puerta del Sol y ganar para Podemos la joya de la corona de los comicios autonómicos de ese año. Sabe que el reto es difícil. No sólo debe imponerse a la actual presidenta madrileña; también al socialista Ángel Gabilondo, consolidado tras esta primera mitad de legislatura como líder de la oposición. El ex número dos de Podemos es consciente de que su primera aventura electoral como cabeza de cartel tendrá más visos de éxito si la alcaldesa de la capital da el paso de volver a concurrir como candidata. Y por eso no oculta la sonrisa cuando se le pregunta por esta posibilidad. El tándem Errejón-Carmena ha recobrado fuerza esta semana tras la maniobra impulsada por el entorno más cercano de la ex jueza para dejar claro que se lo está pensando, que la puerta está «entreabierta», en palabras de su mano derecha.
Con el camino encarrilado para que Errejón encabece la lista morada a la Comunidad tras ser señalado para esta misión por Pablo Iglesias en el epílogo de Vistalegre 2, el único interrogante estriba en conocer la decisión final que tome su compañera de «ticket». Hasta hace sólo unos meses, el «no» de Carmena era inamovible. Reconociéndose a sí misma como una «política accidental», parecía descartar el escenario de volver a concurrir a unas elecciones. Ese «no» ha dado paso al silencio y a las insinuaciones de aquellos que mejor la conocen de que algo está cambiando. ¿Qué ha ocurrido en apenas unos meses para que esté meditando prolongar su carrera política hasta 2023? Son muchas las respuestas para la que se ha convertido en la pregunta del millón en los pasillos del Palacio de Cibeles.
El principal cambio es físico. Quienes trabajan con ella la ven «más fuerte» desde hace medio año hasta ahora y, muy especialmente, tras su descanso veraniego. Si repite como candidata en 2019, Carmena habrá cumplido entonces 75 años y ésta es una circunstancia cuya trascendencia en la decisión final nadie discute. Fundamentalmente por dos razones: sus problemas de corazón y su rechazo frontal a presentarse como reclamo electoral para delegar el bastón de la alcaldía a los pocos meses en otra persona. La maniobra, ejecutada por Gallardón en 2011, es contemplada por la regidora como un «fraude» a los electores. Superado su peor momento, cuando en 2016 fue hospitalizada dos veces en apenas seis meses, ha retomado su agenda con fuerza tras las vacaciones, con un viaje a Nueva York y actos públicos casi a diario.
El segundo elemento para entender este cambio tiene que ver con el día a día de su gestión, reconocen en su entorno más cercano. Pese a las críticas, los proyectos del Gobierno que encabeza comienzan a tomar forma: el acuerdo por la Operación Chamartín, la venta del Edificio España, la reforma de la Gran Vía, el Plan de Calidad del Aire, la red de escuelas infantiles, su gestión al frente del área de Cultura... Las cartas de ánimo y las felicitaciones en la calle y en el Metro que, según señaló Rita Maestre también esta semana, recibe la alcaldesa a diario, también forman parte de la ecuación.
Si finalmente da el «sí quiero» al bautizado por Ramón Espinar como «Plan M», la alcaldesa tendría allanado el camino de las primarias. Como lo tiene Errejón. Lo que no implica necesariamente que este tándem esté libre de recelos y resistencias entre determinados sectores de Podemos y de los colectivos que se integraron en 2015 bajo el paraguas de Ahora Madrid. En primer lugar, por parte de quienes ven estas designaciones «in pectore» de candidatos como una amenaza para el proceso de primarias. Hace apenas unos días, se produjo un choque entre quienes, dentro de Ahora Madrid, mejor encarnan las dos almas del partido de la alcaldesa. De un lado, el coordinador general de la Alcaldía, Luis Cueto, reconoció en una entrevista su disposición a formar parte de una «candidatura ilusionante». De otro lado, el edil Pablo Carmona, integrado en el sector de Ahora Madrid más crítico con algunas medidas de Carmena, contestaba de manera contundente al sobrino político de la alcaldesa: «Creo que Luis Cueto debe asumir que no es su papel ofrecer titulares inoportunos y fuera de sus funciones en el Ayuntamiento». También desde Ganemos censuraron la autopostulación de Cueto: «Las únicas candidaturas que ilusionan se eligen en primarias abiertas y con sistema proporcional. Después ya se anuncian en medios». Y es que pese a que el consenso es unánime en torno a que la de Carmena es la opción electoral más potente, estos mismos sectores temen que detrás los últimos movimientos del entorno de Carmena busquen aumentar su autonomía en la confección de la lista potenciando a su núcleo de confianza, Cueto incluido.
El señalamiento de Errejón como candidato a la Comunidad de Madrid se encontró hace meses con reparos similares. La portavoz de Podemos en la Asamblea, Lorena Ruiz-Huerta, calificó de «error» dar por sentada la fumata blanca: «Tiene que haber unas primarias». «Las habrá», tranquilizan los partidarios del tándem de moda, aunque sean pocos los que no crean que, con un «sí» de Carmena, estas primarias terminen convertidas en un paseo para ambos.
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