Ayuntamientos
Carmena reactiva el Paseo Gastronómico
Inversores privados comenzarán a desarrollar «las próximas semanas» proyectos de formación culinaria en la zona de la Casa de Campo donde había restaurantes ahora abandonados
El Ayuntamiento de Madrid reactiva el plan para rehabilitar el Paseo de la Gastronomía de la Casa de Campo, la zona de míticos restaurantes que fueron quedando abandonados y dando paso a la degradación y a los okupas.
El Ayuntamiento de Madrid reactiva el plan para rehabilitar el Paseo de la Gastronomía de la Casa de Campo, la zona de míticos restaurantes que fueron quedando abandonados y dando paso a la degradación y a los okupas. Hace ya año y medio que el Ejecutivo de Manuela Carmena anunció una inversión de 30 millones de euros para relanzar esta área, que en su día fue un referente de la hostelería madrileña. Sin embargo, el proyecto quedó varado, según fuentes municipales, primero por anteponer otras prioridades y después por la paralización de los presupuestos del Ayuntamiento desde el Ministerio de Hacienda. Ahora, según Jacobo Ribero el director de Comunicación de Madrid Destino –propietaria de los edificios de Casa de Campo–, hay inversores privados que comenzarán a implantar «a lo largo de las próximas semanas» diferentes proyectos relacionados con la formación gastronómica. De esta manera, aseguró Ribero ayer a este diario, se vuelve a rehacer este proyecto que había quedado en «stand by», con el aumento de la degradación del espacio que esa espera generaba.
Y, de la mano de la degradación y el abandono, viene la inseguridad. El ejemplo más evidente de ello es el incendio que se declaró el domingo por la noche en el que fuera el restaurante Guipuzcoa, por un descuido de sus moradores, unos okupas de origen rumano bastante conflictivos. Para la extinción del fuego tuvieron que emplearse varias dotaciones de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid y tres policías tuvieron que ser atendidos por el Samur tras resultar intoxicados por humo. Los moradores de la vivienda resultaron ilesos y fueron atendidos por el Samur Social para reubicarles en otro emplazamiento municipal.
Los vecinos que viven frente a estos okupas rumanos, (tres hombres y dos mujeres), aseguraron ayer a este diario que estaban todo el día montando broncas y que se dedicaban a pedir en los semáforos mientas simulaban cojeras. Puri y Álvaro llevan apenas dos meses okupando el «chalé» justo de enfrente, lo que fue el mítico asturiano El Bosque Sagrado. Junto a Currito (que ahora no está okupado), eran nombres de referencia de la hostelería madrileña que pasaron de años gloriosos a la ruina y fueron cerrando sus puertas por distintos motivos: distintas ferias que antes se celebraban en los pabellones cercanos se trasladaron a Ifema, por lo que perdieron muchísima clientela: y el cierre al tráfico de la Casa de Campo, que dificultó la llegada de los clientes que aún seguían yendo. Ahora, parece que el proyecto municipal para rehabilitar la zona vuelve a echar a andar.
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