Cierre de filas en torno a González en la Asamblea

Las previsiones no fallaron y, de nuevo ayer, Ignacio González se convirtió en protagonista del debate en la Asamblea de Madrid. Una sesión a la que el presidente de la Comunidad tuvo que lidiar con las acusaciones que estos días se han vertido desde varios medios de comunicación pero, esta vez, puestas en la boca de los diputados de la oposición. Del mismo modo que hizo el pasado martes en su rueda de prensa en la Puerta del Sol, el protagonista llegó a su escaño cargado de papeles, unas pruebas que empleó para rebatir al portavoz socialista, José María Franco, con quien tuvo un duro enfrentamiento después de que éste le increpara por los casos «Gürtel» y «Púnica», su ático, o el pago a jueces por la elaboración de un programa informático. «Difamaciones sin pruebas y amparadas en la invulnerabilidad parlamentaria», aseguró el titular del Gobierno regional que más tarde repetirían los portavoces de IU y UPyD, Gregorio Gordo y Luis de Velasco, en sus turnos de palabra. Una situación que, lejos de incomodar a González en una semana «complicada», le sirvió para ratificar que cuenta con el apoyo incondicional de los miembros de su grupo parlamentario.

Y es que, tras su intervención, la bancada popular no dudó en levantarse a aplaudir y ovacionar a su líder. Una imagen que se produce cualquier jueves pero que ayer, más que nunca, se entendió como un cierre de filas de los madrileños en torno al presidente de la Comunidad de Madrid, cuya candidatura Génova aún no ha ratificado. En el mismo sentido que los diputados regionales se expresaron ayer el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando; el ministro de Justicia, Rafael Catalá; o la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que no dudaron de la «honorabilidad» de González. Mientras, muchos ayer compartían, sin que sirva de precedente, las declaraciones del candidato del PSM, Ángel Gabilondo, que ayer estuvo de visita en Vallecas: «Lo que tenga que ocurrir, que ocurra pronto».