Presupuestos autonómicos
Cifuentes cede ante Aguado y amplía las deducciones del IRPF
La presidenta regional rebaja el impuesto, como le exigía Ciudadanos para sentarse a negociar las cuentas de 2018, pero no lo hace en todo el tramo autonómico, como le pedía. Familias y jóvenes que vivan de alquiler podrán beneficiarse de la deducción.
La presidenta regional rebaja el impuesto, como le exigía Ciudadanos para sentarse a negociar las cuentas de 2018, pero no lo hace en todo el tramo autonómico, como le pedía. Familias y jóvenes que vivan de alquiler podrán beneficiarse de la deducción.
El Gobierno regional y Ciudadanos comienzan hoy la negociación de los próximos presupuestos regionales para el 2018. Se van a sentar en la misma mesa para acordar las cuentas para el próximo año «in extremis», con un calendario más que apretado, ya que el Ejecutivo de Cristina Cifuentes deberá presentar su proyecto en la Asamblea regional el próximo 31 de octubre y deberá contar con el apoyo de la formación naranja si quiere asegurarse su aprobación en el Parlamento regional, donde el PP no cuenta con mayoría absoluta. Y es que no fue hasta ayer cuando Cristina Cifuentes cedió ante el ultimátum de Ignacio Aguado –líder de Cs–, lanzado a principios de septiembre, cuando condicionó la negociación de los presupuestos a una bajada del IRPF. En aquel momento, la presidenta regional le respondió que no iba a aceptar condiciones previas para sentarse a negociar. Además, aseguró que «de ninguna manera» bajaría el IRPF sin saber antes cuál será la bajada que llevará a cabo el Gobierno central de acuerdo al acuerdo entre Rajoy y Rivera.
Sin embargo, según desveló ayer Cifuentes, el próximo presupuesto recogerá una ampliación de las deducciones en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El gesto permite dar una salida al bloqueo en la negociación con Ciudadanos, pero lo cierto es que tampoco se ajusta exactamente al órdago de Aguado que exigía «una rebaja el IRPF a todos los madrileños». El objetivo de Cs era, por tanto, que se redujera el tramo atonómico del impuesto y esto no se hará. Es decir, se bajará el IRPF pero mediante deducciones fiscales, de las que se beneficiarán, según el preacuerdo, los jóvenes que pagan un alquiler –hasta 35 años– y las familias por nacimiento o adopción de un niño. En realidad lo que se llevará a cabo es una ampliación o mejora de estas dos deducciones que ya existen y que, de hecho, el PP ya las llevaba en un programa electoral. Así, Cifuentes descartó la posibilidad de bajar el tramo autonómico del IRPF, como le pedía Ciudadanos desde la vuelta del verano, «porque aún permanecen abiertas importantes incertidumbres como la posible reforma del IRPF anunciada en el marco de la Administración General del Estado, la posible prórroga de los Presupuestos Generales del Estado y sus posibles repercusiones, así como la negociación del nuevo sistema de financiación».
Matices al margen sobre quién ha cedido más, lo cierto es que este anuncio de bajada del IRPF abre la puerta a que en los próximos días el equipo de negociación de Ciudadanos –formado por la diputada Susana Solís, un asesor económico e incluso el propio Ignacio Aguado, si así serequiriese–, se siente frente a la consejera del ramo de Cifuentes, Engracia Hidalgo, que estará acompañada por alguno de los viceconsejeros y asesores de su cartera, con el objetivo de cerrar capítulo a capítulo el presupuesto para el próximo año.
700 millones más
Para Ignacio Aguado la noticia del anuncio de aumentar las deducciones del IRPF es «muy buena porque hay que mostrar que en la Comunidad de Madrid hay buenos datos macroeconómicos y hueco por tanto para bajar los impuestos sin decuidar las demás partidas que, al revés, se pueden reforzar». Y es que, la intención del líder de Cs es la de pasar a negociar ahora el capítulo de gastos (una vez cerrado el de los ingresos) para intentar introducir «el máximo de nuestras prioridades». Según el portavoz de la formación naranja en el parlamento regional, «estimamos que hay unos 700 millones de más para 2018 respecto a los anteriores presupuestos. Esta cifra permite bajar impuestos y subir partidas importantes».
A pesar de que el anuncio del acuerdo de ayer supone un deshielo importante entre ambos partidos, en los últimos meses la cuerda se ha ido tensando entre ambos dirigentes. El inicio de los desencuentros tuvo lugar en mayo cuando se hicieron públicos unos documentos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que pedían que se investigara a Cifuentes por prevaricación y cohecho en el marco de la trama Púnica. Ciudadanos fue especialmente duro en la comisión de investigación en la que compareció la presidenta regional para explicar aquel caso por el que nunca ha sido imputada. Un mes más tarde, Cifuentes plantó en la Puerta del Sol a Aguado en una reunión de seguimiento del pacto de investidura. Con el verano parecía que la tensión se había disipado, pero el ultimátum del portavoz de Cs al PP a la vuelta de las vacaciones estivales, exigiendo una rebaja el IRPF para empezar a negociar los presupuestos, resucitó el enfrentamiento. En el Debate sobre el Estado de la Región se produjeron los primeros contactos informales en los pasillos para sembrar el preacuerdo que ayer hizo ella público enterrando, al menos por el momento, el hacha de guerra.
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