Cifuentes propone la elección de presidente del PP de Madrid a través de primarias

La presidenta de la Comunidad ya había anunciado su intención de presentar una enmienda a los estatutos en el próximo Congreso Regional. Pide que la regeneración llegue también a la primera planta de Génova, 13.

Era la primera Junta Directiva del PP de Madrid tras las pasadas elecciones autonómicas y municipales, quizás más tarde de lo que esperaban muchos y, aunque ya había anunciado hace unos días que iba a presentar una enmienda a los estatutos del partido, la presidenta regional, Cristina Cifuentes, eligió el día de ayer para proponer de forma oficial a sus compañeros que se cambie la forma de elegir a los líderes del partido.

Nada de «dedazos», sino que serán los militantes y afiliados quienes propongan a sus respectivos candidatos. «Voy a pedir formalmente que el próximo Congreso Regional se celebre con la participación directa de todos los afiliados, en un proceso de primarias para elegir al presidente».

Cifuentes explicó que la «regeneración democrática no sólo es necesaria en las instituciones, sino también en los partidos» y por eso, el de ayer le parecía el lugar «adecuado» (el de la Junta Directiva celebrada en la calle Génova) para plantear ese compromiso de regeneración, que pasaría por que «el candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, a la alcaldía de Madrid y los de las grandes poblaciones se elija también mediante la participación directa de todos los militantes».

Durante su intervención, Cifuentes hizo bastante autocrítica respecto de su partido, en referencia al empeoramiento de los resultados electorales frente a los anteriores comicios. De hecho, el PP perdió la capital tras una etapa de 24 años de mayorías absolutas municipales de los populares. «Nos ha faltado humildad y sensibilidad social. Nos ha faltado proximidad y nos ha sobrado corrupción», dijo.

Un nuevo rumbo

La presidenta regional entiende que esa pérdida masiva de confianza de la ciudadanía hacia el partido debe servir de estímulo para fijar un nuevo rumbo.

De ahí que haya planteado nuevas medidas de regeneración en la Asamblea de Madrid (no exentas de polémica, especialmente la interna), como la eliminación de los aforamientos y la supresión del Consejo Consultivo, sacrificando de esta forma la «opinión experta» de los ex presidentes regionales Joaquín Leguina, Alberto Ruiz-Gallardón e Ignacio González. Los tres ex mandatarios públicos recibían más de 5.000 euros mensuales por su participación en la elaboración de informes no vinculantes.

Este nuevo rumbo y el deseo de hacer del PP madrileño un partido más democrático internamente donde tenga peso real la opinión de los militantes a la hora de elegir a los principales representantes políticos se hará en el próximo Congreso regional, cuya fecha es aún incierta, ya que suele realizarse después del Congreso nacional, pero la celebración de éste es aún más incierta si cabe dado la actual coyuntura política nacional, con la investidura del próximo presidente en el aire o, incluso, con la posibilidad de convocatoria de nuevas elecciones generales para los próximos meses.

Pero volviendo a Madrid, como cada vez que se habla de regeneración, la tensión surge en torno a la persona que ocupa el actual cargo de presidencia. Esperanza Aguirre ya anunció que no volvería a presentarse para dirigir de nuevo el PP de Madrid, pero, lógicamente, tratará de dejar un candidato de su cuerda.

No obstante, desde la primera planta de Génova, 13, están pendientes de lo que ocurra las próximas semanas en la planta 7, sede de la dirección nacional. En este sentido, la presidenta regional valoró la actual tesitura en la que se encuentran las Cortes y las últimas polémicas en torno al partido de Pablo Iglesias, quien, según los populares, podría aportar inestabilidad política al actual panorama económico.

Cifuentes consideró que hay que alertar a los españoles de los vínculos de Podemos con el régimen de Nicolás Maduro, que significa «dictadura y persecución política».

«Se van demostrando día a día que todas estas cosas de las conexiones de Podemos con el régimen chavista, y ya no solamente con Podemos, que Pablo Iglesias y Podemos se hayan financiado con el dinero venezolano, sino que la CUP, que está sosteniendo en estos momentos al Gobierno en Cataluña, probablemente también lo haya hecho y ha tenido unos vínculos evidentes», señaló.

Para Cristina Cifuentes, «lo que está pasando en Venezuela no lo queremos para España y es lo que representan estos partidos».