Patrimonio
Convento de las Damas Apostólicas: una batalla por más de 6.000 m2
La propietaria quiere reducir el nivel de protección del conjunto arquitectónico declarado Bien de Interés Patrimonial.
La propietaria quiere reducir el nivel de protección del conjunto arquitectónico declarado Bien de Interés Patrimonial.
Una enorme parcela de 17.000 m2, un convento de finales de los años veinte con su fachada medio derruida y un futuro cuanto menos incierto. Han pasado más de dos años desde que el estado del Noviciado de las Damas Apostólicas, en el número 198 de Paseo de la Habana, no presenta cambios. Comprado en 2017 a esta orden de religiosas por la empresa Global Alchiba, la promotora Moraval se disponía a acometer en junio de 2017 su demolición para construir una residencia de estudiantes.
Contaban con todos los permisos, de acuerdo al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), para trabajar en un conjunto que no tenía ningún grado de protección. Las protestas de los vecinos paralizaron los trabajos y provocaron que, el pasado año, la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid se pronunciará al respecto: el inmueble, al datar de antes de 1936, debía ser catalogado como Bien de Interés Patrimonial (BIP) y estar protegido con un nivel 3: los responsables debían reconstruir lo demolido, respetar el convento dentro de su proyecto de la residencia y mantener los jardines que anteceden al edificio.
Sin embargo, aún debía pronunciarse el Ayuntamiento para que se pudieran reemprender las obras. Y lo hizo el pasado mayo: la Junta de Gobierno, presidida entonces por Ahora Madrid, modificó el PGOU y aumentó el grado de protección del edificio principal y del edificio auxiliar a un nivel dos. Además, los jardines de los sectores sur y oeste pasaban a estar catalogados con un nivel 3. ¿La conclusión? Una pérdida de 6.640 m2 de edificabilidad sobre lo que estaba inicialmente previsto. Global Alchiba cifra en 20 millones de euros las pérdidas que supondría para ellos este cambio. Un montante, que llegado el caso, podrían reclamar al Ayuntamiento.
El proyecto se encuentra ahora en periodo de alegaciones. Y en las que respecta a Global Alchiba, la propietaria de los terrenos, considera que la protección otorgada al conjunto del Noviciado por parte del Consistorio es «desproporcionada», con el único objetivo de «reducir a toda costa la edificabilidad de la parcela» y «yendo más allá de lo estrictamente
requerido por la declaración BIP». De ahí que, en la primera de sus alegaciones, a las que ha tenido acceso LA RAZÓN, pidan reducir la protección del inmueble a un nivel 3 parcial y «recoger una regulación específica para las obras de ampliación, de modo que se preserven los jardines y la edificación protegida». «Es el nivel de protección que procede, teniendo en cuenta que los elementos arquitectónicos relevantes conforme a la declaración BIP son las fachadas, por ser las que caracterizan el edificio y sirven de referencia para comprender su época (primer tercio del siglo XX) y estilo neomudéjar», argumentan.
«No habrá tala de árboles»
Las alegaciones también hacen referencia a uno de los puntos conflictivos: los jardines del conjunto. Global Alchiba ya presentó en su momento un informe, firmado por Antonio Prieto, catedrático y doctor ingeniero de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid, en el que, tras analizar 450 ejemplares, concluyó con que «no hay ninguna especie vegetal» catalogada como «singular» en la región, sino que se trata de «especies comunes» y muy usadas en jardinería. En todo caso, Global Alchiba niega tajantemente que vaya a «talar 500 árboles» de la zona, tal como han alegado las asociaciones de vecinos, algo que sería «ilegal».
Así, recuerdan que en la finca hay 450 árboles, y el proyecto de la residencia de estudiantes afectaría a 200 ejemplares, de los que 39 son árboles y 161 arbustos. El plan contempla el «traslado» de estos ejemplares a otra parte de la finca y, de talarse alguno, siempre debido a su estado deficiente, se reemplazaría por otro similar. Por ello, creen que la vegetación debe permanecer «completamente ajena» a la Declaración BIP. «No existen en la actualidad jardines de interés, ni siquiera hay trazas reales de su existencia en el pasado», dice la propietaria.
De ahí que pidan que los jardines se regulen «como zona de libre edificación», evitando con ello «pagar la cuantiosa indemnización» que representaría, fijada en esos 20 millones de euros. Y este es otro de los puntos que desarrollan en sus alegaciones: en ningún momento se ha cuantificado la indemnización derivada de las restricciones en la edificabilidad. «La Comunidad de Madrid y la ciudadanía en general tienen que conocer las consecuencias económicas», una «exigencia legal» necesaria dentro del estudio económico derivado de la modificación del Plan General.
Ahora, las alegaciones de Global Alchiba se enfrentarán a las de los vecinos de la Asociación de Defensa del Patrimonio de Chamartín de La Rosa. Y éstas confirman que la «batalla» patrimonial de las Damas Apostólicas se juega en los jardines. En su caso, consideran que el conjunto del Noviciado «goza de gran importancia ambiental y paisajística, dado que los jardines constituyen el segundo parque o superficie arbolada/ajardinada del distrito de Chamartín, solo por detrás del Parque de Berlín».
En el documento, la propietaria también señala una alegación a las «limitaciones» que se han impuesto en cuanto a las «alturas máximas y a la longitud de las fachadas, sin justificarlo de manera precisa». Así, lo máximo permitido serán tres plantas y un ático. Unas limitaciones que pueden llevar «a soluciones constructivas peores desde la perspectiva de protección del inmueble».
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