Política

Violencia de género

Cuatro grandes mujeres en una pared

Rafaela lucha por las empleadas de hogar, Silvia fue víctima de malos tratos, María es investigadora y Paloma, una madre coraje... los rostros del 8M.

Rafaela y Paloma posan delante del mural que Spok ha pintado en cinco días y que está a la altura del número 35 de Gran Vía
Rafaela y Paloma posan delante del mural que Spok ha pintado en cinco días y que está a la altura del número 35 de Gran Víalarazon

Rafaela lucha por las empleadas de hogar, Silvia fue víctima de malos tratos, María es investigadora y Paloma, una madre coraje... los rostros del 8M.

Paloma, Rafaela, Silvia y María son mujeres, madres, profesionales... y activistas. Desde hace seis días, sus rasgos empezaron a dibujarse en plena Gran Vía, en concreto en el número 35. De la mano del artista madrileño Spok Brillor, sus rostros ahora forman parte de un imponente mural en la principal avenida de la capital, que permanecerá durante seis meses. Bajo el hastag #nosotrasjuntas, la plataforma de peticiones change.org ha sido la impulsora de esta iniciativa con la que busca sumarse a las diferentes iniciativas que se están desarrollando para el próximo 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora.

«Cada una de nosotras representamos un tipo diferente de activismo, yo encarnaría la lucha por la conciliación», explica a este diario Paloma Pastor. En 2011, inició una batalla que no sabía que tendría que librar. Su hijo Mahesh sufrió un accidente que le produjo un importante daño cerebral. Descubrió que la seguridad social no cubría la rehabilitación de los niños entre 6 y 16 años. «La estimulación justo después de la lesión es muy importante y, mientras los adultos sí que tienen acceso a ella, los menores no». Sin dudarlo, inició su travesía. «Me he reunido con políticos de todos los partidos. Empecé a hacer lobby, a presionar», reconoce. Consiguió que el Hospital Niño Jesús de Madrid incluyera el servicio de neurorehabilitación, ahora queda extenderlo a toda España.

A su lado, Rafaela Pimentel «es toda una lideresa», dice Paloma. Es una de las responsables del movimiento «Territorio Doméstico», desde el que reivindica el trabajo de las empleadas del hogar. «He trabajado más de 44.000 horas en mis 25 años como trabajadora doméstica», dice en la petición que inició en change.org. «Hemos logrado que nuestra protección laboral sea un asunto que esté en la agenda. Lo más importante es que se reconozca el trabajo de las mujeres cuidadoras y que se hagan políticas públicas de apoyo al colectivo», insiste.

Los otros dos rostros del mural son los de Silvia González y María de la Fuente. La primera sufrió malos tratos durante más de la mitad de su vida. Sus vivencias son la que la llevaron a iniciar una campaña para que los perros de víctimas de violencia machista puedan acceder a lugares públicos. Ella buscaba que el Gobierno de Navarra la permitiera entrar en los diferentes organismos junto a su perra Sugi. «Espero que las instituciones nos dejen vivir para que llegue el día en el que pueda ser una mujer libre», afirma en referencia a las expectativas que tiene en torno a la convocatoria del 8M.

María de La Fuente es investigadora y es directora de la Unidad de Nano-oncología del Instituto de Investigación Sanitario de Santiago de Compostela. ¿Su reivindicación? Terminar con la discriminación por género que se produce en el ámbito científico. Así impulsó la campaña #OcientificaOmadre. Tras un año de lucha, ha conseguido que el Gobierno apruebe la Acción Estratégica de Salud 2019 que incorpora medidas para que los periodos de interrupción por embarazo o baja maternal de las científicas no sean tenidos en cuenta a la hora de valorar sus méritos.