Comunidad de Madrid
Despedida y quinielas
Botella reivindica los éxitos de su mandato rodeada de concejales ansiosos por despejar la incógnita de su futuro.
En la primera de sus grandes despedidas –la última será en el pleno municipal previo a las elecciones–, Ana Botella llenó la gran sala de la Real Fábrica de Tapices de la capital. Ni un alfiler y varios invitados de pie para reivindicar los tres años de Gobierno de la primera alcaldesa de Madrid en un acto en el que no faltaron los concejales de su equipo ni los representantes de los distritos. También estuvieron presentes los coordinadores generales de las áreas y varios altos cargos directivos del consistorio madrileño junto con los vocales vecinos y militantes del PP de las agrupaciones de la ciudad.
Más de 300 personas que quisieron homenajear a la regidora a pocos días u horas de conocer quién será su sustituto, o sustituta, en el Palacio de Cibeles. Una cuestión que se convirtió en monotema entre los corrillos posteriores al acto, en los que los políticos no disimulaban su estupor y temblores ante la inminente convención del partido en la que todos esperan que el líder popular, Mariano Rajoy, designe por fin a los cabezas de lista en la Comunidad y el Ayuntamiento.
Gestionar en plena crisis
Pero antes, los asistentes pudieron disfrutar de un vídeo en el que, a través de la experiencia personal de un argentino que regresaba a Madrid, se descubrían todos los cambios que había realizado el Gobierno de Botella. A continuación, el portavoz municipal y delegado de Seguridad y Emergencias, José Enrique Núñez, recordó el «ingenio» de la regidora para sacar adelante la ciudad con perseverancia e innovación para superar las terribles consecuencias de la crisis económica. «La ciudad que deja es referente europeo turístico, una de las ciudades con mayor actividad cinematográfica de la Unión Europea y la capital cultural iberoamericana por excelencia», glosó Núñez.
Por último, la alcaldesa defendió su «política valiente» a la hora de realizar un trabajo «ingrato pero vital» como era recuperar la complicada situación financiera del consistorio madrileño. En esta labor, Botella no dejó de agradecer tanto el «esfuerzo y sacrificio de todos los madrileños» como la dedicación de su equipo, los funcionarios municipales y vocales vecinos que han contribuido a llevar a buen puerto las medidas.
Asimismo, la regidora denunció a quienes pretenden pintar «un panorama desolador, catastrófico e irreal de la ciudad y afirmó que los madrileños «nunca han tirado la toalla», que es el «leitmotiv» de sus últimos discursos. «Es cierto que los políticos no hemos estado afortunados a la hora de contestar a las preguntas de los ciudadanos, a la hora de reaccionar con contundencia ante conductas que no nos representan y que no nos definen», señaló respecto al desencanto de la ciudadanía.
Al final del acto, con la versión más suave de la sintonía popular que no dejará de sonar este fin de semana, nadie quedó al margen del acertado dardo que la alcaldesa lanzó sobre el desapego ciudadano y la crisis de los partidos. En boca de todos está la falta de candidatos en el PP a la Comunidad y al Ayuntamiento que todos esperan se resuelva inminentemente. Así, las facciones que parecían haberse borrado en la última legislatura gracias a las remodelaciones de Gobierno –forzadas por el Madrid Arena y una sentencia judicial– y al cierre de filas en torno a Botella volvieron a aflorar cuando se preguntaba a uno u otro concejal sobre las posibilidades de los aspirantes a sustituir a la primera edil.
Quienes siempre han tenido un lugar en el partido a nivel regional y en su afinidad con Esperanza Aguirre –hasta ahora la única en dar un paso al frente para reconocer su interés en llegar a Cibeles– hablaban más de los tiempos que de los quiénes. Unos consideraban que sería un «suicidio» que Mariano Rajoy diese su nombre antes del sábado puesto que perdería protagonismo en la convención, mientras que otros valoraban hasta qué punto Ignacio González podría repetir puesto y no ser sustituido por la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, a quien se la presupone aspirante tanto a la Alcaldía como a la Comunidad de Madrid. El común denominador de éstos era el nerviosismo por conocer los nombres cuanto antes. Porque de ellos, pende su futuro.
Esperanzas en la convención
En el otro lado, desde el círculo más cercano a alcaldesa, pedían que el homenaje de ayer se repita en la convención popular y se reconozca «de una vez por todas» el gran trabajo de Botella, que recogió el testigo de Gallardón en el peor momento logrando una recuperación «espectacular» de la ciudad. También había quienes ya acariciaban el pomo de la puerta de salida en caso de que la «lideresa» conquiste la Alcaldía, a la que dicen que no perdonan su abandono de la primera línea tan sólo un año después de haber logrado el mejor resultado del PP en Madrid.
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