Política

Ayuntamiento de Madrid

El Ayuntamiento convertirá la fábrica de Clesa en un nuevo Matadero

En la parcela se levantarán las oficinas de la “Ciudad de la Medicina” y una residencia para alumnos del MIR

La fábrica de Clesa está situada junto al Hospital Ramón y Cajal
La fábrica de Clesa está situada junto al Hospital Ramón y Cajallarazon

En la parcela se levantarán oficinas, apartamentos turísticos y una residencia para los alumnos del MIR

El Ayuntamiento de Madrid ha llegado a un acuerdo con Metrovacesa para convertir la antigua fábrica de Clesa, situada junto al Hospital Ramón y Cajal, en un nuevo contenedor cultural que se convertirá en el Matadero del Norte. En el resto de la parcela se construirán oficinas en lo que se denominará la “Ciudad de la Medicina”, apartamentos turísticos y una residencia para los alumnos del MIR.

Este acuerdo, que ha anunciado el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, se traduce en una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOUM) para transformar el uso industrial de la parcela, de 88.702 metros cuadrados, en terciario con diferentes usos. Así, una parte se destinará a oficinas que desarrollarán los propietarios del terreno para crear, según avanzó Calvo, la “Ciudad de la Medicina”.

También habrá usos hoteleros que se traducirán en apartamentos turísticos y en la creación de una residencia para los alumnos de MIR que acuden al anejo Hospital Ramón y Cajal, lo que dará respuesta a una demanda histórica por la falta de alojamientos cercanos para estos estudiantes. De hecho, la modificación del ámbito permitirá a su vez mejorar la accesibilidad de la zona y gracias a ello ampliar el apeadero de la estación de Cercanías de Ramón y Cajal, conectando ambos lados de la vía férrea con una pasarela que, a su vez, permita la conexión del Hospital Universitario Ramón y Cajal con la zona de oficinas, alojamientos y el contenedor cultural.

El consistorio ha optado por anular el proyecto de modificación que el anterior equipo de Gobierno de Ana Botella aprobó in extremis al final de la pasada legislatura para evitar la demolición del edificio mientras se catalogaba su protección, que se hizo efectiva en los primeros meses de Gobierno de Manuela Carmena. En dicho proyecto se proponía modificar el uso del suelo a residencial sin que hubiese un destino concreto a los aprovechamientos municipales que se deben destinar según la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid.

En la nueva modificación del Plan General de Ordenación Urbana, se ha acordado que todas las cesiones se concentrarán en una única parcela de 37.928,70 metros cuadrados que corresponden a la antigua fábrica, cuya singularidad está siendo estudiada por la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico Artístico y Natural (CPHAN), con el fin de determinar su inclusión como Patrimonio de la Ciudad de Madrid y recuperar la instalación para la población madrileña.

En este sentido, el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, anunció que pretenden crear en la fábrica un nuevo contenedor cultural a semejanza de Matadero, así como crear dotaciones públicas de servicios colectivos que garanticen prestaciones sociales para el desarrollo y bienestar de los vecinos de Fuencarral-El Pardo, a la vez que se dota al distrito “de una instalación de calidad arquitectónica de gran atractivo”.

Según detalló Calvo, ahora comienza la tramitación de la modificación del PGOUM que se prolongará entre nueve meses y un año, plazo después del cual la fábrica pasará a ser titularidad municipal. Entonces el consistorio podrá plantear los proyectos concretos para este espacio que, confió, “está abierto a los madrileños la próxima legislatura”.

Referente de arquitectura contemporánea

La fábrica de Clesa, que lleva cerrada desde 2012, es un edificio singular de arquitectura contemporánea diseñado por el arquitecto Alejandro de la Sota junto al ingeniero Manuel Ramos, entre los años 1958 y 1961 y se considera una de las más icónicas construcciones industriales españolas del siglo XX.

En 2015, la CPHAN informó favorablemente para que fueran protegidos diversos elementos: dos naves principales, su estructura vertical y horizontal, los forjados, la cubierta y la fachada principal. Antes de esto, Metrovacesa convocó un concurso de ideas, coordinado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, para estudiar las posibilidades del edificio.