Violencia callejera
El «fake» de Carmena
La noche de los disturbios, la alcaldesa anunció en Twitter una investigación sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Mbaye, a pesar de que una hora antes el atestado policial ya desmentía la hipótesis de la persecución.
La noche de los disturbios, la alcaldesa anunció en Twitter una investigación sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Mbaye, a pesar de que una hora antes el atestado policial ya desmentía la hipótesis de la persecución.
Manuela Carmena respaldó ayer sin fisuras a su Gobierno frente a las críticas de la oposición, los sindicatos policiales y los vecinos con motivo los disturbios que tuvieron lugar la semana pasada en Lavapiés tras la muerte de un mantero senegalés. «La gestión fue correcta. Hicimos lo que hay que hacer», aseguró la alcaldesa en su primera aparición pública desde que estos sucesos le obligaran el viernes a anticipar su vuelta a Madrid desde París, en donde participaba en una cumbre sobre cambio climático.
En el relato que la alcaldesa ofreció a los pies del altar de San Antonio de la Florida, concretó que desde París tuvo constancia a las 20:30 horas de la muerte de Mmame Mbaye. Su primera reacción llegó a través de Twitter tres horas después, a las 23:21. Ese primer mensaje firmado por la alcaldesa desató la indignación de los agentes municipales. Al lamento por el fallecimiento del mantero, Carmena sumó un anuncio: la intención de su Ejecutivo de «investigar a fondo» las circunstancias que rodearon la muerte del vecino senegalés. «Actuaremos en consecuencia», añadió. No incluyó en ese tuit ninguna palabra de apoyo a la labor de la Policía Municipal. Antes que la alcaldesa, varios concejales del Gobierno municipal ya habían insistido en la necesidad de investigar lo ocurrido en la calle del Oso, en la que Mbaye se desplomó como consecuencia de un infarto. En las redes, las convocatorias para protestar esa misma noche contra la actuación policial que supuestamente había precipitado el infarto de Mbaye y contra el «racismo institucional» –tesis en la que abundaron concejales de Ahora Madrid–, hacían ya presagiar los disturbios que lamentablemente más tarde se confirmaron.
Se da la circunstancia de que en el momento en el que la alcaldesa comunicó vía Twitter su disposición a investigar «a fondo» lo sucedido, su Gobierno ya contaba con la información que desvinculaba el infarto de cualquier clase de intervención policial contra Mbaye. Entre esta información, destaca el atestado de la Policía Nacional, fechado una hora antes, en concreto 22:18 horas del jueves, más de una hora antes del polémico mensaje de Carmena. El atestado cuenta además con el testimonio de los policías municipales que atendieron sobre el terreno a Mbaye. Éstos relatan que a las 17:00 horas fueron requeridos con urgencia en la calle del Oso. Allí se encontraron con el mantero senegalés tendido en el suelo. Fue entonces cuando los agentes, al percatarse de que Mbaye no tenía pulso, empezaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar. El atestado también cuenta con el relato del compañero del mantero, que deja claro que el desvanecimiento de Mbaye no guarda relación con ninguna persecución policial.
Al atestado se une otro elemento que también demuestra que a esa hora el Gobierno municipal ya tenía constancia de que la muerte de Mbaye no fue el resultado de ninguna actuación policial. Marta Higueras, mano derecha de la alcaldesa, se desplazó la noche de los hechos a Lavapiés y poco después de las diez y media ya desvinculó el infarto de la presunta persecución policial con la que se azuzaron las protestas.
Ayer, en su primera intervención tras los sucesos de Lavapiés Carmena no dio espacio a la autocrítica. Ni en las formas ni en el fondo de la gestión llevada a cabo por su equipo. Según este diagnóstico, las explicaciones llegaron cuando el Ejecutivo de Ahora Madrid contó con toda la información y en el momento en el que fue posible que coincidieran Marta Higueras, –alcaldesa en funciones por la ausencia de Carmena– el delegado de Seguridad y el concejal de Centro para ofrecer conjuntamente una rueda de prensa. En lo que concierne al contenido de la información suministrada desde Cibeles, la alcaldesa descartó por completo que el consistorio diera pábulo a falsos bulos que, con el paso de las horas, desembocaran en los altercados que, orquestados desde grupos antisistemas, finalizaron con seis detenidos y veinte heridos: «El Gobierno hizo lo que hay que hacer cuando una persona joven fallece de manera repentina. Fueron explicaciones muy claras y dejaron claro que la muerte del vecino senegalés nada tuvo que ver con la intervención policial».
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