Madrid
El juez mantiene en prisión al presunto pederasta de Ciudad Lineal
La denuncia de una testigo traslada de nuevo la causa. El presunto pederasta de Ciudad Lineal se negó a declarar
Antonio Ortiz, principal sospecho del caso del pederasta de Ciudad Lineal, no podrá salir de prisión bajo fianza después de que un tercer juez considerase que el riesgo de fuga es muy elevado.
Antonio Ortiz, principal sospecho del caso del pederasta de Ciudad Lineal, no podrá salir de prisión bajo fianza después de que un tercer juez considerase que el riesgo de fuga es muy elevado. Ortiz se acogió a su derecho a no declarar ante el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, Juan Javier Pérez, que ahora investiga la causa después de que se tuviese en cuenta la denuncia de una de las testigos protegidas del caso en dicho juzgado.
Se trata de la tercera vez que la instrucción sobre las agresiones sexuales a menores cometidas por un individuo en el distrito de Ciudad Lineal cambia de tribunal ya que la investigación fue iniciada por el Juzgado de Instrucción número 10, que se inhibió en el número 2, que preside Antonio Zamarriego a finales de noviembre porque una de las primeras denuncias contra Ortiz por abusos sexuales se realizó en su turno. Sin embargo, otra denuncia previa ha desviado de nuevo el caso al número 11. Además, la testigo protegida –señalada en el sumario con el número 3–, cuyo ADN fue hallado en las ropas del principal sospechoso y que denunció el intento de agresión en el juzgado que ahora se encarga del pederasta, se ha personado como acusación particular.
Debido a este cambio de tribunal, Ortiz tuvo que declarar de nuevo ante el juez para resolver si debía continuar o no, como pedía su defensa, en prisión provisional en la cárcel de Soto del Real. Pese a que el recluso se ha negado a hablar, Juan Javier Pérez ha considerado que no se podía revocar su situación penal ya que «existe un claro riesgo de fuga» derivado no solo por las penas correspondientes a los delitos que se le imputan, sino también «al hecho constatado en la causa de que el imputado ya intentó eludir la acción policial y judicial» al abandonar su domicilio en Madrid e ir a Santander.
A esto, el instructor añadió el riesgo de reiteración delictiva, «dada la pluralidad de hechos análogos que le son imputados y teniendo en cuenta además el informe forense», que considera que el imputado padece un «trastorno de la personalidad con rasgos disociales y narcisistas, con bajo nivel de empatía y tendente a la manipulación, con incapacidad de asumir culpa, aprender de la experiencia y dificultad para asumir responsabilidades». Por último, el juez apuntó que existen «indicios más fuertes para inferir en la autoría del imputado», que son los cuatro casos consumados de agresión sexual a cuatro menores, las cuales le identificaron en las ruedas de reconocimiento.
Al respecto, Juan Javier Pérez también decidió rechazar la petición de la defensa de Antonio Ortiz, que reclamaba la nulidad de las ruedas de reconocimiento alegando la exposición en los medios de comunicación de su defendido desde el momento de su detención. Igualmente, también se postuló en contra de anular el registro efectuado en el «piso de lso horrores» de la calle Santa Virgilia, donde se hallaron dos huellas palmares de una de las víctimas en la funda de plástico de un colchón, como también pedía el letrado.
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