El mundo árabe en tinta china

El destino le ha llevado a la pintura. Y su incipiente éxito, por segunda vez a Madrid en tan sólo dos años. Fernando Garrido Robres, de 55 años, madrileño afincado en Ceuta, nunca pensó ni en sueños ser artista.

El destino le ha llevado a la pintura. Y su incipiente éxito, por segunda vez a Madrid en tan sólo dos años. Fernando Garrido Robres, de 55 años, madrileño afincado en Ceuta, nunca pensó ni en sueños ser artista. Artista con mayúsculas. De eso hace ya algo más de diez años, aunque de forma más profesional sólo desde cuatro. En tan poco tiempo sus originales cuadros, pintados con tinta china -una técnica cada día más difícil de encontrar-, y sobre algodón, con utensilios que él mismo fabrica, han traspasado fronteras y océanos. Tánger, Doha (Qatar), Sevilla, Ceuta o Madrid -hace sólo dos años- han visto recorrer sus exposiciones centradas en el mundo árabe y realizadas con tintas procedentes de diversos países y pigmentos naturales que obtiene él mismo de Marruecos.

Y es que el mundo árabe gravita sobre toda la obra de Garrido Robres. No en vano, Robres se siente tan árabe como español. Casado con una marroquí entró en contacto directo con su forma de vida, costumbres y tradiciones. Pinta lo que le sorprende y quiere contarnos. Cada cuadro encierra su propia historia. Ahora llega a Madrid dos años después del éxito que cosechó con su exposición "Insha Allah"(Si Dios quiere). En esta ocasión expondrá del 1 al 11 de mayo en el Centro Deportivo y Sociocultural "La Dehesa" (Avenida de los Arqueros s/n, en Cuatro Vientos) 23 obras enmarcadas en marcos de más de un metro de longitud, diseñados por él mismo, con el título "Arrabiiye MN´Robres"(la primavera de Robres) y decoradas, cada una de ellas, con arabescos y diseños bereberes.