Comunidad de Madrid
El pacto en Madrid avanza pese a que Cs y Vox mantienen su veto
La negociación sigue el modelo andaluz a pesar de los órdagos públicos del partido de Abascal. El PP necesita tener mañana el «sí» a Ayuso para presentar su candidatura.
La negociación sigue el modelo andaluz a pesar de los órdagos públicos del partido de Abascal. El PP necesita tener mañana el «sí» a Ayuso para presentar su candidatura.
El tiempo se acaba en la negociación de la investidura del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Este martes, incluso aunque no haya un documento cerrado, el PP necesita tener un pronunciamiento de voto a su favor de Ciudadanos y Vox para que el presidente de la Asamblea madrileña proponga a Isabel Díaz Ayuso como candidata. Entre el martes y el Pleno de investidura, que como muy tarde tiene que celebrarse el 11 de julio, los tres partidos implicados pueden seguir cerrando detalles del documento. Hasta ayer las negociaciones habían continuado avanzando, pero a la vía andaluza, es decir, con el PP como mediador entre Ciudadanos y Vox, y con estos dos partidos jugando a seguir ignorándose aunque los votos de las tres formaciones sean necesarios para formar gobierno y para dar estabilidad al futuro Ejecutivo de la Comunidad de Madrid.
Vox anticipó tras las elecciones autonómicas y municipales que cambiaba el guión para las negociaciones de los nuevos pactos porque entendía que en Andalucía no se había respetado a sus votantes. El nuevo Gobierno andaluz, presidido por Juan Manuel Moreno, echó a andar gracias al apoyo de Vox, pero sin que este partido consiguiera la «foto» a tres con Ciudadanos y sin que tampoco colara en el documento programático base sus exigencias más polémicas sobre inmigración y reforma de la legislación en materia de igualdad.
Es verdad que en la nueva temporada de pactos Vox ha manejado otra política de órdagos que no utilizó en Andalucía, como la exigencia de entrar en los nuevos gobiernos de acuerdo con la proporción de sus escaños, a pesar de que estaban avisados por parte del PP de que era una condición insalvable con Ciudadanos pero que tampoco contaba con el visto bueno de ellos.
Después de haber investido a los alcaldes del PP, incluido el de la «fortaleza» madrileña, Vox cambió de discurso y para cerrar las investiduras autonómicas pendientes, Madrid, sobre todo, pero también Murcia, por ejemplo, fijó como nueva condición la firma a tres de un documento programático. A horas de que expire el plazo para hacer efectiva la investidura de Ayuso en Madrid en plazo, y sin necesidad de retrasarla a septiembre, la negociación «avanza», con el PP como mediador, igual que en Andalucía. Sin que Vox tenga el «sí» de Ciudadanos para firmar con ellos el pacto, como exigen los de Abascal; y sin que Ciudadanos se haya levantado tampoco de la mesa de negociación pese a que, como dice en público, considera inaceptables las exigencias planteadas por Vox.
La parte más problemática es la que afecta a las reformas que plantea Vox en inmigración, sobre las que la comunidad autónoma no es competente, y en relación a la legislación en materia de igualdad. Pero en el resto de grandes cuestiones programáticas las conversaciones lideradas por el PP constatan que hay bastante acuerdo en general, y especialmente en política fiscal y en la libertad de elección educativa. Los avances no son tan profundos como para que desde el PP se atrevan a adelantar que hay un acuerdo cerrado. Ni para que descarten que Vox vuelva a dar otro golpe en la mesa. El principal escollo en este juego de las apariencias es que Ciudadanos sigue negándose a firmar un documento y Vox exige que así sea. No hay más. Ésta es la rueda a la que dan vueltas para disfrazar ante los votantes lo que de verdad hay: que Vox no ha conseguido cambiar el patrón andaluz y que Ciudadanos está pactando con el partido de Santiago Abascal, aunque sea de tapadillo.
Hoy es un día decisivo porque mañana, a lo más tardar, la dirección nacional del PP deberá tener las bases del documento en el que están trabajando con Ciudadanos y Vox. A 48 horas de que se aclare si Ayuso tiene o no los apoyos para ser propuesta como candidata a la investidura, en Génova no se queman las manos con las quinielas de futuro. Hay más confianza en el acuerdo que temor al bloqueo, pero tampoco se atreven a pronosticar el escenario con el que el presidente de la Asamblea de Madrid cerrará mañana su ronda de consultas. «Lo único que sabemos es que si no hay acuerdo sería muy negativo para todos. Por eso se salvarán los obstáculos», sentencian.
Casado inaugurará esta tarde los cursos de verano de FAES junto con el ex presidente José María Aznar. Con quien no se le ha visto, por cierto, desde la campaña de las elecciones generales. Aznar desapareció tras los malos resultados electorales.
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