Estamos a tiempo

Los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año son francamente decepcionantes para los intereses de los madrileños. No esperábamos grandes cifras porque sabemos las dificultades a las que se enfrenta el Gobierno de la Nación para elaborar unos presupuestos en los que la deuda y el gasto en Seguridad Social se llevan por delante más del sesenta y siete por ciento de los mismos. Sin embargo, pensábamos que se notaría el fin de la pesadilla de la época de Zapatero y que el esfuerzo y compromiso de los madrileños con la caja común de todos los españoles se iba a ver en parte recompensado, ya que, con menos impuestos, es la Administración que más ha recaudado, la que siempre cumple con el objetivo de déficit y la que más reduce su gasto.

Pero nada más lejos. La inversión para Madrid sigue bajando. Y el presupuesto, con ella. ¿Y ahora qué? Conscientes y orgullosos de ser los que más aportan y contribuyen a la solidaridad interterritorial, los madrileños no pueden más. Necesitan saber que sus esfuerzos sirven de algo. Saber que trabajar duro compensa, porque ellos ya tienen sus propios problemas, sus parados, sus familias y empresas en apuros.

Es el momento del debate y de la reflexión, ahora que los Presupuestos no están cerrados. Madrid no sólo es la locomotora económica de España sino también la locomotora electoral del Partido Popular. Son muchos y variados los esfuerzos que se les están pidiendo a los madrileños y a los votantes de este partido. Hay que dar respuesta como merecen o lo lamentaremos profundamente. Estamos a tiempo.