Londres
Generación bilingüe
El informe PISA del pasado mes de diciembre dejó claro, tras evaluar el nivel de los estudiantes de todo el mundo, que si Madrid fuera un país, estaría en el «top ten» de los mejores en rendimiento educativo. Uno de los pilares de la reforma educativa llevada a cabo por los ejecutivos de Esperanza Aguirre y de Ignacio González, la apertura de los colegios públicos al bilingüismo en sus aulas, cumple diez años.
Echó a andar en 2004 en 26 colegios. En 2010, se incorporaron los institutos, con 32 en modalidad bilingüe. En el curso 2014/2015, este modelo será una realidad en 335 colegios públicos y en 96 institutos. La inversión en el presente año ha crecido un 16% para este programa, hasta llegar a los 21 millones de euros. Cifras que, una década después, demuestran su consolidación, así como el imparable crecimiento experimentado en la demanda por parte de los padres de este tipo de educación, que establece que entre el 30 y el 50% de las materias deben impartirse en inglés, siempre que éstas no sean ni Lengua ni Matemáticas y siendo obligatorio incluir en ese porcentaje Conocimiento del Medio.
La intención del Gobierno regional es seguir incrementando con los años los centros sujetos a este modelo. La consejera de Educación, Lucía Figar, subraya que «el programa de bilingüismo está dando verdadera calidad a la enseñanza pública y está transformando la educación de Madrid». Además, aclara Figar, «no estará sujeto a restricciones presupuestarias».
Con sus más de 400 años de historia y con la fama de tener entre sus alumnos a los niños que cada 22 de diciembre reparten la suerte en el sorteo de Navidad, el Colegio San Ildefonso fue uno de los 26 que estrenó el modelo en 2004. «Fue un reto. La mayoría del claustro lo aprobó y lo cogimos con muchas ganas, aunque sabíamos que íbamos a tener mucho trabajo por delante», recuerda la directora del centro, Ana Isabel Iglesias. Y la inmersión a día de hoy ya puede considerarse como total. Los niños cursan Ciencias, Expresión Artística y Gimnasia –obviamente, además del inglés– en la lengua de Shakespeare. Por su parte, Lengua, Matemáticas y Música se imparten en español.
En el caso del San Ildefonso, la incorporación a este modelo ha traído aparejado un cambio en el perfil del estudiante, paralelo también al nuevo modelo de familias que se han trasladado a vivir a La Latina. «Por su naturaleza y por el hecho de tener internado hace 20 años tenía muchos estudiantes inmigrantes y a partir del 2004, cuando se implantó el bilinguismo, lo demandan otro tipo de familias. Y el perfil de la familia del barrio y su nivel adquisitivo ha cambiado bastante», asegura la directora. Otra prueba de la creciente demanda de este modelo está en el hecho de que el San Ildefonso desde su implantación siempre tiene lista de espera de alumnos que se quedan fuera.
Éxito en las evaluaciones externas
Otra de las claves del modelo son las evaluaciones externas. Participan en estos exámenes instituciones de prestigio internacional como el Trinity College de Londres y la Universidad de Cambridge. «Nosotros estamos muy contentos con los resultados. El pasado curso logramos un 100% de los aprobados en 2º y 4º por el Trinity y en torno al 100% por Cambridge en 6º» sostiene con orgullo la directora del San Ildefonso.
Se trata esta cuestión, la de los exámenes externos, de la mejor piedra de toque del modelo. También el hecho, por ejemplo, de que la mayoría de los alumnos que cumplen el primer ciclo de Educación Primaria con este sistema puedan acreditar un nivel B2 de inglés.
Con el paso de los años, otro aspecto que ha permitido ir perfeccionando la educación bilingüe, además de la incorporación de los auxiliares nativos en las aulas, ha sido el de potenciar los cursos de formación para los docentes. A lo largo de este año, 422 profesores podrán realizarlos en universidades como las de Boston, Sussex, Edimburgo o Vancouver. Además de los cursos ofertados en Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, la Consejería ha ofertado más de 1.000 plazas para cursos dentro de España. Para Bruno García, docente y coordinador del programa bilingüe en el San Ildefonso, este «reciclaje» al que se someten voluntariamente los maestros es una de las claves: «Yo he participado en dos de estos cursos de formación en Estados Unidos y es fundamental. En la enseñanza del inglés o te reciclas o estás fuera de onda. Yo me acuerdo cómo aprendí inglés en mi colegio y si me viera ahora mi profesor pensaría que soy un extraterrestre». Los alumnos de Sexto tendrán además este año la posibilidad de probar sus avances sobre el terreno ya que harán, a petición de los propios padres, el viaje de fin de curso a Edimburgo. Y es precisamente ahí cuando más se dan cuenta de lo que han aprendido ya que lo ponen en práctica: «Una de las cosas que más satisfacción nos da es cuando vienen los padres a contarnos que han ido al extranjero de vacaciones y sus hijos les han resuelto un problema, han hecho de guías o les iban traduciendo lo que les decían en el crucero que han hecho porque los mayores no se enteraban de nada», relata Bruno.
Desde el próximo curso, además, al San Ildefonso, como ya ocurre en otros centros, regresará la experiencia de los intercambios de alumnos con colegios extranjeros. Tras haberlos realizado durante varios años con un cole de Halifax, la directora y el coordinador del programa ya están ultimando un convenio con un centro de Liverpool.
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