Madrid

Gómez y Fraile ocultaron en los Presupuestos el coste del tranvía

La mayor inversión realizada en Parla y sus sobrecostes, por más de 40 millones, nunca tuvieron partida presupuestaria. La Justicia y el Tribunal de Cuentas determinarán ahora si hay responsabilidades penales y contables

El Tribunal de Cuentas alertó de que Parla es el ayuntamiento con más deuda sin partida presupuestaria. En la imagen, el ex alcalde, Tomás Gómez, ayer, en la «marea blanca»
El Tribunal de Cuentas alertó de que Parla es el ayuntamiento con más deuda sin partida presupuestaria. En la imagen, el ex alcalde, Tomás Gómez, ayer, en la «marea blanca»larazon

La deuda que arrastra el tranvía de Parla y, sobre todo, el sobrecoste de más de 40 millones de euros que supuso su construcción –en los años 2006 y 2007– es en estas Navidades objeto de investigación de la Fiscalía del Tribunal de Cuentas, la Fiscalía de Getafe-Leganés y, a instancias de ésta, el Juzgado de Instrucción número 5 de Parla.

Estos tres organismos intentan dilucidar si hay responsabilidades contables e incluso penales en la gestión del proyecto estrella del actual secretario general del PSM, Tomás Gómez, en su etapa como alcalde de Parla, desde 1999 hasta 2008, que dio el salto a la Comunidad. En concreto, se investigan los motivos y las formas de las dos modificaciones presupuestarias superiores a 40 millones de euros realizadas por el Gobierno municipal de Gómez en la obra del tranvía. ¿Cómo pasó de adjudicarse en 2005 por 93,5 millones (más IVA) a costar más de 133; y cómo siete años después de su puesta en marcha la adjudicataria haya cifrado el precio total de este medio de transporte en casi 256 millones? Los parleños estarán pagando hasta 2036 la deuda del tranvía, según el calendario de pagos aprobado por el consistorio, y que mantiene asfixiado al municipio hasta haberlo convertido en el segundo más endeudado de España, curiosamente sólo por detrás de Jaén, localidad por la que también circula un tranvía.

Y tras la polémica aprobación del sobrecoste, ¿cómo pudieron cuadrar las cuentas Gómez y su sucesor, José María Fraile, durante sus años al frente del consistorio?, se preguntan los técnicos y magistrados que investigan la faraónica inversión en un municipio de 128.000 habitantes.

El «truco» está en que tanto el líder de los socialistas de Madrid y candidato a las elecciones autonómicas a la Comunidad como su sucesor –que dimitió forzado por su implicación en la «operación Púnica»– hicieron un auténtico ejercicio de ingeniería presupuestaria para lograr sacar adelante los Presupuestos de la localidad desde 2006 hasta ahora ocultando una partida de gastos propia para el tranvía de Parla. Para ello, «camuflaron» el gasto en la llamada cuenta 413, que recoge una de las «operaciones pendientes de aplicar en presupuestos (OPAP): una especie de «cajón de sastre» que generalmente recoge gastos imprevistos durante el año y que en el caso de Parla recogía gastos tan «previstos» como el del tranvía. Esta cuenta 413 no se incluye en el resultado de los presupuestos y así evitaban que se duplicara el déficit de unos 15 o 20 millones de euros que cada año registra el municipio.

Año tras año, Gómez, y posteriormente Fraile, introdujeron los elevadísimos costes de la mayor inversión en la historia de ayuntamiento en la llamada cuenta 413, lo que les permitió, además de cuadrar las cuentas municipales, «maquillar» el dispendio del tranvía y sus impagos aunque sólo fuera sobre el papel, porque la realidad es que en la actualidad desde la Cámara de Cuentas hasta el Tribunal de Cuentas y la propia Intervención Municipal han advertido que el tranvía ha terminado siendo el principal causante de la ruina de Parla. Un gasto por el que la pasada semana varios técnicos del Tribunal de Cuentas, organismo dependiente de Hacienda, se personaban en el Ayuntamiento de la localidad para solicitar varios papeles referentes a su adjudicación, construcción y funcionamiento.

Tampoco paga el billete

Una parte significativa de estos impagos e incumplimientos concierne al compromiso no respetado por Gómez de que el Ayuntamiento pagara la mitad –el otro 50% le correspondería al Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM)– del conocido como déficit de explotación del tranvía, esto es, la diferencia existente entre lo que paga el usuario por cada billete que compra, y que en la actualidad se encuentra estabilizado en 1,30 euros, y el coste real de ese viaje. Es decir, la subvención que las administraciones públicas sumen de este servicio público para que los vecinos no carguen con la totalidad del importe.

El acuerdo al que Tomás Gómez se comprometió con la Comunidad de Madrid es que su Ayuntamiento se encargaba de pagar las obras y que ambas administraciones pagaban a medias el déficit de explotación. Así lo firmó él mismo, de su puño y letra, a principios de 2005, cuando dejó claro que «la única obligación» del CRTM era pagar el 50% de esa diferencia entre la recaudación por billetes y abonos y el coste real de explotación. El Consorcio de Transportes sí cumplió con su aportación sobre este déficit de explotación –que ronda los cuatro millones al año–, pero no lo hizo así el consistorio. Esta situación provocó que a principios de 2008, cuando el tranvía aún no había cumplido su primer año, la Intervención Municipal tuviera que pedir al CRTM que no ingresara más su parte al Ayuntamiento para que éste fuera pagando puntualmente a la empresa del tranvía ese déficit de explotación, aparte de las obras.

No obstante, la Cuenta General del último año cerrado, 2013, refleja, según ha podido saber este periódico, que durante ese ejercicio el Gobierno local debería haber pagado 24 millones de euros por el tranvía, de los cuales más de 20 eran sólo por las obras.

El municipio de España con más deuda «opaca»

Según un informe del Tribunal de Cuentas, Parla es el ayuntamiento de España con más deuda sin partida presupuestaria, hasta 137 millones de euros sólo en este concepto, el doble que el siguiente con más facturas fuera de presupuesto. Buena parte de esta cifra proviene del tranvía, que al no tener una partida concreta desde que Tomás Gómez inició el proyecto, sigue aumentando esa deuda extrapresupuestaria cada año. Más del 80 por ciento de lo que les cuesta el tranvía cada año a los parleños es por las obras, cuyo coste final según la empresa adjudicataria es de 256 millones de euros. Sólo el 20 por ciento es por la explotación, de la que la Comunidad sí paga su mitad, por lo que la subvención al billete sólo representa el 10 por ciento del problema y, en cualquier caso, por la parte del Ayuntamiento.