González profundizará en la bajada de impuestos

Casi un año después de hacerse con las riendas del Gobierno, Ignacio González se comprometió ayer, en su primer Debate sobre el Estado de la Región, a seguir bajando los impuestos en los próximos meses. La menor presión fiscal que soporta la comunidad es, a juicio del presidente, una de las razones que ayudan a explicar el mejor comportamiento de la economía madrileña: «Gracias al esfuerzo hemos ajustado nuestras cuentas a la realidad económica de España y eso nos ha permitido solventar mejor la crisis». Según el cálculo de González, esa «baja fiscalidad» ha permitido ahorrar a los madrileños 21.500 millones desde 2003. Desde esa fecha, el ejecutivos popular ha eliminado el Impuesto de Patrimonio, ha rebajado el IRPF y los impuestos de Actos Jurídicos Documentados y de Transmisiones y ha bonificado al 99% el de Donaciones y Sucesiones. «No tiene cabida el incremento de impuestos que pretenden algunos», señaló. El de la bajada de impuestos –no concretó cuáles se verán afectados– fue uno de los anuncios realizados en una intervención de una hora y veinte, plagada de datos económicos y en la que «crisis» y «empleo» fueron las palabras más pronunciadas.

Antes de entrar en materia, el jefe del Gobierno autonómico quiso tener un recuerdo para las familias de los fallecidos en el accidente de tren de Santiago. También mandó un mensaje de ánimo y un deseo de pronta recuperación a la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes.

Fiel a su discurso de los últimos meses, González volvió a cargar con dureza contra el sistema de financiación autonómica. Lo calificó de discriminatorio, injusto, artificial, ilógico, incoherente y absurdo. Criticó que este sistema prive de 1.300 millones a las arcas madrileñas en beneficio de Cataluña y de Andalucía e invitó al resto de grupos a sumarse a esta cruzada: «Voy a reclamar que se nos dé lo que en justicia merecemos por lo que aportamos y por lo que contribuimos», concluyó. Justificó su reivindicación con datos: Madrid es la única que ha visto menguar sus ingresos, pese a ser la más pujante; frente a ello, Cataluña recibe tres veces más dinero que Madrid aunque recauda cuatro veces menos, y Andalucía, cuyo trozo de tarta autonómica supera al catalán a pesar de que su recaudación es 7,5 veces inferior a la madrileña. Lamentó, por último, que «cuanto mejor va Madrid» menos recursos recibe del sistema y más aporta al fondo de solidaridad –actualmente financia un 73% del total–.

La bajada del IVA cultural fue la otra gran reclamación que González formuló ayer desde la Asamblea de Vallecas con el Ejecutivo de Rajoy como destinatario. En una industria que representa el 4% del PIB autonómico y en la que trabajan 125.000 personas en Madrid, el aumento del IVA, argumentó el presidente, «está dando unos resultados no deseados».

Contra «mentiras y trampas»

Fuera del balance meramente económico, defendió las reformas llevadas a cabo en Sanidad. Fue posiblemente el momento en el que utilizó un tono más duro. Reprochó las «mentiras y las amenazas» de la oposición especialmente en lo que afecta a la externalización de los seis hospitales que desde este septiembre pasarán a estar gestionados por empresas privadas. Estas «trampas», según González, sólo pueden obedecer «a la mala conciencia de ser ellos los únicos que cerraron hospitales y camas en sus gobiernos».

En materia educativa, adelantó su propuesta de reformar a fondo los planes de estudio de Magisterio. Se refirió a los resultados de las últimas oposiciones a maestro, del pasado mes de julio, en las que 7 de cada 10 opositores no aprobaron la prueba de conocimiento general. El objetivo que concretó el presidente es establecer un calendario de reuniones con los rectores universitarios y la creación de una comisión en la que expertos educativos aporten sus ideas para mejorar la preparación de los futuros maestros. El diagnóstico realizado por el Gobierno regional apunta a la necesidad de reforzar las Matemáticas, la Lengua, el Inglés y las Ciencias en los planes de estudio.

El presidente también esbozó la puesta en marcha de una línea de ayudas al sector del taxi, para renovar la flota de vehículos por modelos menos contaminantes, mediante subvenciones de entre 1.000 y 6.000 euros. Y anunció la supresión de dos organismos públicos –la Agencia de la Calidad, Acreditación y Prospectivas de las Universidades y la Academia de Policía de la Comunidad–, cuyas funciones serán asumidas por la Consejería de Presidencia, así como la fusión en una sola de las empresas que gestionan y administran los hospitales externalizados.