Medio Ambiente
Guadarrama listo para recibir al turismo verde
La vertiente madrileña del futuro Parque Nacional tendrá cuatro centros de atención al visitante en Rascafría, Cotos, Cercedilla y Manzanares el Real Más de 800 kilómetros de senderos, 300 de ellos repartidos en 74 rutas que están dentro del Parque, comunicarán la zona de influencia con la pretegida
A la espera del último visto bueno, el del Senado, donde se espera que la tramitación se lleve a cabo sin ningún tipo de problema, la vertiente madrileña del futuro Parque Nacional Sierra de Guadarrama ya tiene todo listo para que el que será el quinto parque por extensión de la red estatal se convierta en todo un «parque temático».
A la espera del último visto bueno, el del Senado, donde se espera que la tramitación se lleve a cabo sin ningún tipo de problema, la vertiente madrileña del futuro Parque Nacional Sierra de Guadarrama ya tiene todo listo para que el que será el quinto parque por extensión de la red estatal se convierta en todo un «parque temático» para los amantes de la naturaleza, los paisajes y los deportes de montaña. Y es que con la expectativa de superar los dos millones de «turistas» que reciben actualmente sólo dos de sus ámbitos (Peñalara y la Cuenca Alta del Manzanares) la Comunidad de Madrid ha elaborado un plan que incluye al menos cuatro centros de atención al visitante donde se ofrecerá información sobre los 300 kilómetros que conforman la red de sendas que vertebran el interior de este espacio natural así como de las seis áreas recreativas existentes en la vertiente madrileña.
En concreto, explicó ayer el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, durante la visita a una de las sendas de las cumbres del Guadarrama, uno de estos centros se ubicará dentro del Parque, el de Cotos, y tres en el área de influencia, distribuidos de forma homogénea por toda su superficie: Puente del Perdón (Rascafría), Valle de la Fuenfría (Cercedilla) y Manzanares el Real. Estas «oficinas» canalizarán las visitas al Parque Nacional y estarán dedicadas a conseguir un equilibrio entre la conservación de este espacio protegido, su uso recreativo y el desarrollo socioeconómico de la zona concentrando gran parte de la labor de información y educación ambiental sobre el uso recreativo del Parque, asumiendo las funciones de centros de interpretación, de recepción y de información. Además de estas instalaciones, los visitantes también recibirán información en el centro de interpretación que está previsto que abra sus puertas en la zona a instancias de Parques Nacionales con la información de todo el ámbito –de 33.664 hectáreas de extensión entre las comunidades de Madrid y Castilla y León–.
Pero el ocio natural no se ceñirá sólo a los centros de información en Guadarrama. El turista verde ya puede en la actualidad adentrarse en los encantos tanto del futuro Parque Nacional como de su zona de influencia a través de su red de senderos: 800 kilómetros de sendas verdes, rutas por la red de espacios naturales protegidos –180 kilómetros de ríos y arroyos–, rutas por la red de vías pecuarias (incluyendo las rutas ornitológicas), y hasta un tramo del Camino de Santiago que está al alcance de los visitantes que se acerquen a las cumbres de la sierra madrileña. De estos recorridos, 74 están dentro del área del Parque Nacional (unos 300 kilómetros).
Divididos según sus distintos grados de dificultad, longitud y hasta por el tipo de ecosistema al que pertenecen, muchos de ellos están adaptados para senderistas con algún grado de discapacidad y se pueden recorrer caminando, en bicicleta, a caballo, con raquetas de nieve o esquí de fondo siempre bajo supervisión de Medio Ambiente, que vela porque estas visitas tengan el mínimo impacto sobre la particular vegetación y la fauna de esta zona que se va a convertir en el tercer parque con mayor zona periférica protegida por detrás de los de Monfragüe y Sierra Nevada.
Los amantes de los deportes en plena naturaleza también disponen ya de seis áreas recreativas en el interior del Parque Nacional, ocho en su zona periférica de protección y siete en la de influencia que ofrecen instalaciones como, por ejemplo, piscinas naturales disponibles para el baño en verano. Y los que prefieran un contacto aún más directo podrán utilizar los tres refugios del interior del parque (en el Puerto de la Morcuera, el Palancar y el Pingarrón), con los servicios básicos para poder hacer noche en la montaña.
En el área de influencia socieconómica de las cumbres de Guadarrama, sus 150.000 habitantes empadronados ya están esperando la llegada de los turistas que atraerá la declaración como Parque Nacional. En concreto, se beneficiarán del cambio de estatus de este ámbito los vecinos de 34 municipios –15 de ellos madrileños– que también, informaron fuentes de la consejería de Medio Ambiente, verán cómo alrededor del Parque Nacional se adaptan nuevas infraestructuras para vertebrar el uso público dentro de este espacio. ¿Cómo les va a beneficiar? Se espera que los ingresos proporcionados por los visitantes superen los 28,6 millones de euros, según un estudio elaborado por Medio Ambiente el pasado verano. Esto supone que la Sierra de Guadarrama superaría en ingresos a otros emblemas del turismo español de los que apenas estará separado por unos pocos kilómetros, como el Museo del Prado y que ingresó 10,1 millones de euros en 2010 por la venta de entradas.
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