Papel
Inauguraciones sin políticos
El luto obliga a abrir el parque de Valdebebas y la estación Paco de Lucía sin ceremonias
Las inauguraciones son los actos en los que los políticos pueden poner en valor su gestión al frente de una administración. El instante de cortar la cinta, dar el primer paseo y posar para la foto de familia es el momento cumbre de los proyectos, iniciados con otra foto ante la primera piedra. Estas imágenes, en campaña electoral, son oro puro ya que sirven para refrendar a quienes buscan la reelección o, en el caso del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, la última oportunidad de brillar para quienes ceden el testigo a otros nombres. Si se tiene en cuenta además que, tras los años más duros de la crisis económica, son pocas, poquísimas, las ocasiones de inaugurar algo en precampaña, el hecho de que dos de las infraestructuras más importantes de las legislaturas municipal y autonómica se estrenasen sin pena ni gloria es un caso mucho más que atípico.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella tenía ayer previsto inaugurar el parque Felipe VI, el gran parque forestal de Valdebebas que ha llevado tres años construir y que es el primer equipamiento del recién nacido barrio. Igualmente, el presidente regional, Ignacio González, iba a estrenar la nueva estación de la línea 9 de Metro, Paco de Lucía, decorada además con un espectacular mural diseñado ad hoc para homenajear al guitarrista fallecido el pasado año.
Ambos actos fueron cancelados por el luto decretado por el terrible accidente de aviación en los Alpes. Ninguna administración, ni partido político, inmersos todos en la presentación de sus candidatos y programas para las elecciones municipales y autonómicas, han realizado más eventos que los relacionados con el lamento por lo acontecido en el vuelo Barcelona-Dusserdorf. Nadie ha querido tampoco aplazar la apertura de dos infraestructuras muy esperadas por los vecinos de Valdebebas y de Fuencarral.
A falta de una apertura más discreta, con el parque ya explorado por los ciudadanos y la estación en pleno uso, tanto Botella como González han perdido su «photo opportunity» cortando la cinta, probablemente la última que tenían antes de retirarse de los primeros puestos de la política madrileña. Esa imagen sería la reivindicación del trabajo realizado que, por culpa de la situación económica, se ha hecho mucho más puertas adentro que afuera, a diferencia de la gestión de sus predecesores, plagada de inauguraciones. Es más, muy posiblemente la de ayer era la última vez que hubieran podido protagonizar la primera plana por su labor y no por sus batallas políticas. Curiosamente, las «no inauguraciones» de ayer también suponen una pérdida para sus sucesoras, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, puesto que parecían los proyectos perfectos para que las candidatas sacaran pecho de la gestión de su formación en el tránsito del pasado al futuro.
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