Construcción
Justicia amplía las dependencias de los juzgados de lo Social de Princesa
A final de mes iniciará obras de acondicionamiento de la cuarta planta del edificio que acogerá dos salas y contará con una escalera de emergencia.
El boceto de la Ciudad de la Justicia es el futuro sobre el que se proyecta la realidad judicial madrileña y, aunque cuenta con el respaldo del mundo de la judicatura –abogados, secretarios judiciales, procuradores, psicólogos y forenses mostraron su apoyo público al proyecto del Gobierno de la Comunidad de Madrid hace menos de un mes–, lo cierto es que quedan más de cuatro años para que Valdebebas lo acoja. Mientras, los juzgados madrileños siguen necesitando de refuerzos, no sólo en personal para paliar el colapso de la Justicia madrileña que llevan años denunciando los profesionales, sino también de infraestructuras. En este sentido, la Consejería de Presidencia y Justicia regional, liderada por Salvador Victoria, comenzará a finales de mes las obras de remodelación de la cuarta planta del edificio de los Juzgados de lo Social ubicados en el número 3 de la calle Princesa para colocar dos de los 41 juzgados de esta área, distribuidos a lo largo de las ocho plantas del edificio. Esta planta cuarta se encuentra actualmente diáfana pero con la nueva distribución, los dos juzgados que se trasladen contarán con un despacho para el juez, uno para el secretario judicial y un área de secretaría con capacidad para 10 funcionarios, según fuentes regionales. También contará con cinco salas de vistas y una sala de espera para 240 personas. Además, se habilitará un espacio con seis mesas para que puedan celebrarse reuniones entre el cliente y su abogado. Las obras previstas también incluyen la construcción de una escalera de emergencia en la fachada del edificio que da a la plaza Emilio Jiménez Millas y que permitirá la rápida evacuación de los juzgados en caso de incendio. Esta medida, según el Gobierno regional, se suma a otras destinadas a la prevención de riesgos laborales y fomento de un entorno saludable para el trabajador, como la instalación de desfibriladores cardiacos en las principales sedes judiciales de Madrid. Así, cuenta en sus zonas de mayor tránsito con un desfibrilador de última generación semiautomático, con capacidad para adaptar la energía, la duración de la descarga y el voltaje de salida y funcionan con un sencillo mecanismo de tres pasos que permiten dar respuesta a la mayoría de los paros cardiacos. El objetivo, aseguran desde la Administración regional, es dar la mayor protección a los más de 4.000 empleados públicos y las 18.500 personas que cada día transitan por estas sedes judiciales. Precisamente en estos Juzgados de lo Social falleció de un infarto un juez en julio de 2013 y sus compañeros denunciaron que no había desfibriladores.
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