Ahora Madrid

La demanda de compra de plazas de parking se dispara: 51.800 en un año

141 comunidades de vecinos piden al Ayuntamiento adquirir en propiedad las plazas que tienen en régimen de cesión. Ya se ha iniciado la venta de ocho aparcamientos

El precio de las plazas varía según el tamaño del aparcamiento y la ubicación
El precio de las plazas varía según el tamaño del aparcamiento y la ubicaciónlarazon

Hace un año se aprobó el primer Plan Especial para posibilitar la venta de las plazas del aparcamiento de residentes de la calle Ortega y Gasset, 100. Un proceso abierto a todos los parkings municipales de residentes y mixtos que había anunciado la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en el Debate sobre el Estado de la Ciudad de 2013 y mediante el cual los vecinos que habían adquirido su plaza de garaje en concesión –alquiler por 50 o 75 años–, podían hacerse con la titularidad de su espacio de aparcamiento y, así, dejar de estar sujeto a las obligaciones determinadas por el consistorio como, por ejemplo, la prohibición de subarrendar la plaza a otra persona que no fuese el titular.

Tras el de Ortega y Gasset I, el consistorio puso en marcha los planes especiales para otros siete aparcamientos: Tembleque, Valparaíso, Pez Volador, Orense, Antonio López, Marroquina y Galileo, que suman más de 5.500 plazas que podrán ser compradas por sus titulares. Ahora, un año después del primer Plan Especial, el Ayuntamiento de Madrid ha recibido 133 solicitudes de comunidades de propietarios de otros tantos aparcamientos para entrar en el proceso de desafectación de 46.274 plazas en toda la ciudad. Es decir, la mitad de los 266 parkings municipales de residentes o mixtos de la capital quieren adquirir la propiedad de sus lugares de aparcamiento.

De hecho, tal y como establecen las normas del proceso de desafectación de las plazas de aparcamientos de residentes –mediante el cual su uso pasará de ser público a bien patrimonial–, deben ser las comunidades de propietarios las que se pongan en contacto con el Ayuntamiento de Madrid para formar parte del mismo y éste no comenzará si no hay acuerdo previo de la comunidad de usuarios –por mayoría absoluta– para solicitar la privatización y adquisición de las plazas del aparcamiento por parte de sus actuales concesionarios.

La cesión, hasta el final del plazo

Según explicó la alcaldesa en el Debate, se trata de una petición vecinal y, de hecho, Ortega y Gasset I apuró los plazos para ser el primero en solicitar la desafectación de sus plazas pese a que los primeros propietarios en hacerse con una concesión en dicho garaje todavía tienen casi 20 años hasta que expire el tiempo de adjudicación, en diciembre de 2042. Entre los primeros aparcamientos en acogerse a la posibilidad de comprar sus plazas, el que tiene más cercano el fin de su concesión es el de la calle Orense, cuyos propietarios perderán el uso de las plazas en 2041. Al respecto, el Ayuntamiento de Madrid ha puesto en valor los derechos de los usuarios de los aparcamientos que se desafectarán, de modo que el tiempo de concesión se valorará en el cálculo final del precio de cada plaza. Asimismo, los usuarios que no quieran comprar su lugar de aparcamiento mantendrán sus derechos de concesión hasta el fin del plazo, cuando, si no han adquirido la plaza, ésta revertirá al Ayuntamiento. Debido a que el proceso de desafectación es bastante prolongado, puesto que tan sólo en los trámites previos a la oferta de venta –que incluyen el Plan Especial, la desafectación y la inscripción de las plazas en el Registro de la Propiedad–, los vecinos dispondrán de un tiempo razonable para tomar su decisión.

Cuando ya se formalice la oferta de venta, exclusiva para cada una de las comunidades de propietarios, en ella se incluirán las condiciones esenciales de la transmisión, precio, forma de pago, plazo de adquisición, procedimiento, etc., y, a su vez, se establecerá un plazo para que los usuarios interesados presenten sus solicitudes, lo que dará más tiempo aún para valorar las posibilidades que ofrece la compra de la plaza. Con todo, una vez formalizadas las primeras adquisiciones de plaza, se constituirá la comunidad de propietarios en la cual estarán incluidos también los usuarios de concesión, ya que ambos tendrán que asumir el mantenimiento y conservación del aparcamiento.

A la hora de establecer el precio de las plazas, el consistorio estuvo valorando cómo ponerle precio a cada lugar de aparcamiento, ya que no es lo mismo una garaje en el centro que en un barrio más alejado. Es más, las propias concesiones de los parkings de residentes se hicieron por cantidades distintas que, además, también se han visto afectadas por la crisis inmobiliaria. Así, en los aparcamientos de Serrano, por las plazas se pagaron entre 28.000 y 29.900 euros, mientras que en el de la avenida de Portugal, que fue inaugurado en torno a las mismas fechas, el precio fue de 18.500 euros.

Finalmente, el Ayuntamiento ha optado por establecer varios criterios, que se sumarán a la valoración de mercado, para poner el precio de venta, entre los que se incluyen la ubicación de cada aparcamiento, el tamaño de la plaza, la ubicación en planta –cercanía a escaleras, ascensores, entradas y salidas–, plazo de vigencia del uso ya adquirido y circunstancias y derechos de los usuarios, considerando siempre el tiempo de uso ya adquirido cuando se pagó la concesión inicial al consistorio.

Flexibilidad para las tarjetas del SER

Entre los inconvenientes de la prolongada concesión de los aparcamientos de residentes –de entre 50 y 75 años– estaba la incompatibilidad entre ser usuario de una plaza en los garajes del Ayuntamiento de Madrid y disponer de una tarjeta del SER. Es por ello que, el pasado mes de marzo, el consistorio madrileño decidió flexibilizar la norma al respecto en la modificación de la Ordenanza de Movilidad que modificaba, entre otras cuestiones, el sistema de tarificación del Servicio de Estacionamiento Regulado. Así, en la nueva normativa se permite disponer al mismo tiempo de una tarjeta de residente en zona SER y de una plaza en un aparcamiento de residentes tan sólo en determinados supuestos: si dispone de plaza de aparcamiento en otro barrio; si los titulares son mayores de 70 años y si el vehículo asignado a la plaza de aparcamiento de residentes es una motocicleta.

El análisis

Un «negocio» lucrativo para Cibeles y para los vecinos

La desafectación de las plazas de aparcamientos de residentes no sólo beneficiará al Ayuntamiento de Madrid, que se lucrará con la venta de las mismas, sino también a los usuarios que se ven atados por las rígidas normas de la concesión. Además de pagar por el uso de la plaza del aparcamiento durante un periodo determinado de años –entre 50 y 75 años–, los usuarios deben hacerse cargo del IBI y de los gastos de mantenimientos. Para poder acceder, cada vecino debe de estar empadronado en la zona de influencia del parking, no puede tener más de una plaza en concesión y no puede aparcar un vehículo diferente al del titular de la plaza, lo que provocaba que, en muchos casos, los espacios quedasen vacíos al dejar de conducir sus titulares por motivos de edad. En caso de que quisiera dejar más de un vehículo, por ejemplo una motocicleta si la plaza es lo suficientemente grande, debe obtener una autorización expresa del Ayuntamiento de Madrid y está terminantemente prohibido alquilar el lugar de aparcamiento salvo pena de perder el uso. Con la compra de las plazas, los propietarios serán libres de aparcar el vehículo que se les antoje, prestar el espacio a familiares y amigos y, por supuesto, alquilarla a precio de mercado. También podrán venderlas a un tercero y, teniendo en cuenta lo codiciadas que son las plazas de aparcamiento en algunas zonas de Madrid, especialmente las que cuentan con parquímetros, puede ser un negocio muy rentable tanto su alquiler como su venta.