Política

Relaciones laborales

La ex mano derecha de Barbero, un opositor de 10

Desde la Policía Municipal se critica que se hicieran las bases «a medida» de Andrés Serrano.

Andrés Serrano, con Javier Barbero, durante una rueda de prensa
Andrés Serrano, con Javier Barbero, durante una rueda de prensalarazon

Desde la Policía Municipal se critica que se hicieran las bases «a medida» de Andrés Serrano.

Caliente aún el incendio por la dimisión de la cúpula de los Bomberos debido a las «irresponsabilidades» del concejal de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, lo cierto es que su antigua «mano derecha» está teniendo más suerte. Andrés Serrano, anterior director de la Policía Municipal de Madrid, se encuentra inmejorablemente situado dentro del proceso selectivo para obtener una de las tres plazas para el puesto de comisario/a dentro del Cuerpo de Policía Municipal, que se encuentra ahora mismo en su fase de concurso. Dentro de los 15 aspirantes, es uno de los cinco que cuentan con la máxima calificación: un 10. Desglosado, obtiene cuatro puntos por carrera profesional y administrativa; tres por titulación académica y formación especializada y otros tres por formación policial, conocimiento de idiomas, docencia y publicaciones. Así consta en el anuncio público, fechado el pasado 5 de febrero, que el Ayuntamiento de Madrid facilita en su web, concretamente en el apartado relativo a oposiciones.

Estas pruebas estuvieron rodeadas de polémica después de que se conociera la presencia de Serrano. Entre otros motivos porque, desde el colectivo policial, entendían que su posición como director general de la Policía Municipal podía favorecerle. Según denunció el pasado agosto a LA RAZÓN la Asociación de Policía Municipal Unificada (APMU), Serrano debía dimitir si se presentaba, ya que eran «él y su equipo los que designan las bases y el tribunal. No puede ser juez y parte». Las asociaciones mostraban también su extrañeza debido a que Serrano, anteriormente, defendía que había un exceso de puestos superiores, lo que no encajaba con la creación de tres nuevas plazas a comisario/a. Además, algunas voces consideran que las bases «se hicieron a su medida».

Tres meses después, en noviembre, Serrano presentó su dimisión, debido que no quería «comprometer la ética pública ni la actuación de transparencia municipal en lo que a selección de recursos se refiere». Con todo, no renunciaba a presentarse a las oposiciones, ya que ni en las bases de la convocatoria ni en la normativa del régimen estatuario del Cuerpo «existe ninguna disposición que lo impida». Además, señalaba que el derecho a la promoción profesional está amparado para los trabajadores públicos que se encuentran en su situación administrativa.