Política

Desahucio

La ONU salva a Pepi

Pepi, es una mujer viuda de 65 años, lleva viviendo en Lavapiés más de 20 años y se ha tenido que enfrentar a tres desahucios, después de que un fondo de inversión comprara el bloque de viviendas en el que está su casa.

Vecinos de la calle Argumosa y asociaciones mostraron su apoyo a Pepi durante toda la noche del jueves y parte de la mañana de ayer
Vecinos de la calle Argumosa y asociaciones mostraron su apoyo a Pepi durante toda la noche del jueves y parte de la mañana de ayerlarazon

Pepi, es una mujer viuda de 65 años, lleva viviendo en Lavapiés más de 20 años y se ha tenido que enfrentar a tres desahucios, después de que un fondo de inversión comprara el bloque de viviendas en el que está su casa.

Pepi, de 65 años, pasó toda la noche de ayer en vela: no sabía si iba a ser expulsada de su vivienda. El desalojo estaba previsto para las 9:30 horas de la mañana de ayer, pero finalmente esta vecina del barrio de Lavapiés se queda en su hogar de manera indefinida, gracias a una resolución de la Organización de Naciones Unidas (ONU). El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas exigió la tarde del jueves la paralización del desahucio de esta vivienda y hasta que la Administración Pública «no garantice una alternativa habitacional», según explicó la abogada de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y de la familia, Alejandra Jacinto.

«He tenido mucho respaldo, estoy muy agradecida», expresó emocionada Pepi mientras recordaba todas las iniciativas que se han llevado a cabo para intentar conservar su vivienda. Durante la noche, con la idea del desahucio todavía en el aire, vecinos y asociaciones organizaron una acampada y un desayuno a las puertas de su edificio. Como muestra de apoyo y con el lema «Pepi se queda» se instalaron en la calle Argumosa para detener este desalojo. «Han dormido prácticamente en el suelo por estar conmigo». Un fuerte dispositivo de la Policía se instalaba alrededor de las 6 de la madrugada a las puertas del edificio. Cortaron la calle y estuvieron alrededor de dos horas antes de marcharse. Finalmente el desahucio no se llevó a cabo. Pepi expresó su total agradecimiento a las personas que estaban acampadas por ella, porque «se han expuesto mucho, había muchos agentes, y aun así han estado conmigo».

Pepi, lleva más de 20 años en su domicilio, vive con sus dos hijas de 27 y 28 años y este es el tercer intento de desahucio que sufre; los anteriores fueron durante el mes de julio, pero también consiguió quedarse. Su calvario comenzó hace un año, cuando el bloque fue adquirido por la empresa Inversión en Proindivisos S.L. y les notificó que su alquiler ya no iba a ser el mismo, que a partir de ese momento ascendía a más de mil euros. Pepi, ahora mismo paga 400 euros, en concepto de un alquiler de renta antigua: «No puedo hacer frentre a más, yo solo tengo una pensión no contributiva de poco más de 300 euros, mis hijas me ayudan pero no puedo pagar eso». Lamenta la «injusta situación» que están viviendo y culpa al fondo de inversión: «Compran estos pisos porque son baratos para luego venderlos más caros o hacer pisos turísticos mientras nosotros vamos a la calle». Toda esta situación no ha sido fácil para esta vecina de Lavapiés, que ha «sufrido mucho, he tenido ansiedad y taquicardias. Es complicado no saber si te vas a ir a la calle». Esta vecina habla de su zona con mucho cariño: «Lavapiés es un barrio muy castizo, un barrio obrero, es una pena que nos quieran expulsar, está de moda y quieren echar a los vecinos de siempre, nunca se han visto estos precios». Pepi no piensa solo en ella y habla de varios vecinos de su bloque que están en su misma situación, entre ellos, su sobrino, que también se aloja en uno de los pisos de Argumosa 11. «Hay otra gente que ya se ha marchado, han dejado hasta sus cosas dentro, pero nosotros vamos a luchar hasta el final». Este espíritu luchador caracteriza a Pepi y a su familia que le acompaña en todo momento. Pepi y su hija Fernandi insisten en que «sin el apoyo de las asociaciones no lo hubiesemos conseguido». Además de las diversas plataformas han contado con el apoyo de varios ediles del Ayuntamiento de Madrid como Rita Maestre, Jorge García Castaño y Rommy Arce.

No puede evitar emocionarse al recordar todas las muestras de apoyo recibidas a lo largo de la noche anterior al intento de desahucio y cansada «por la locura de noche que hemos pasado», vuelve a mostrar su agradecimeinto a las plataformas como PAH y la asamblea Bloques enlucha que le han acompañado en el proceso. «Me han ayudado mucho, ha sido muy bonito, todavía hay buena gente en el mundo».