Madrid Arena
La seguridad en el punto de mira
El juez vuelve al Arena junto a la Fiscalía y los abogados de las partes. Buscan más datos sobre las imprudencias relacionadas con la seguridad, que se señalan en los últimos tomos del sumario, para determinar quiénes fueron los responsables
Hoy vuelve a ser la noche de Halloween en el Madrid Arena. El juez Eduardo López- Palop, instructor del caso, acompañado por la Fiscalía y los abogados de las partes visita de nuevo el lugar de la tragedia para reconstruir los hechos de aquella noche y buscar pistas que determinen qué causó la muerte de las cinco niñas y quién fue responsable. Esta vez, el objetivo es revisar la labor del operativo de seguridad que, no sólo no evito la aglomeración en el vomitorio sino que también tardó en rescatar a las jóvenes atrapadas, según se ha podido ver en los vídeos a los que ha tenido acceso el juez.
Se trata, de la primera visita que hacen juntas todas las partes del proceso judicial –es obligatorio para que el reconocimiento tenga valor procesal–, puesto que el juez López- Palop y el fiscal, Manuel Moix, recorrieron el Arena el 13 de noviembre y los abogados de las víctimas lo hicieron el 30 del mismo mes.
Entonces, el punto de mira fue el aforo y las condiciones estructurales del vomitorio en el que se produjo la avalancha. Sin embargo, según han detallado las partes a LA RAZÓN, el objetivo de hoy es averiguar qué posiciones y cometidos tenían cada miembro de Seguriber y Kontrol 34, las dos empresas encargadas de la seguridad, algo que áun está en el aire. Igualmente, reproducirán las actuaciones de cada uno de ellos según las responsabilidades que tenían asignadas y las compararán con los movimientos que se pueden observar en los vídeos de vigilancia. En concreto, quieren descubrir cuáles fueron los errores cometidos por los efectivos de ambas empresas que llevaron a la avalancha mortal.
De hecho, hace apenas unos días, tal y como adelantó LA RAZÓN, el juez pidió a Madrid Espacios y Congresos (Madridec) la relación del personal de Seguriber que trabajó la noche del 31 de diciembre en el Madrid Arena, así como sus números de teléfono –tanto profesionales como particulares– para hacer un seguimiento de las llamadas que se hicieron aquella noche. También pidió este último requisito a los efectivos de Emergencias.
Según los datos aportados tanto por Diviertt, la empresa organizadora de la fiesta, como por Madridec, la seguridad exterior correspondía a Seguriber y la interior a Kontrol 34. Los primeros debían ocuparse de las entradas al recinto ferial y del control de requisa, además de las puertas de emergencias del pabellón y la sala de videovigilancia, mientras que Kontrol 34 se ocupaba de recoger las entradas y vigilar el interior de la fiesta. Con todo, después de la tragedia, ha habido contradicciones sobre la responsabilidad de cada uno de ellos, en las distintas declaraciones realizadas por Miguel Ángel Flores –propietario de Diviertt–, Madridec, Seguriber y Kontrol 34.
Mientras que Flores aseguraba que fue «obligado» a contratar a Seguriber y que ellos eran los encargados de evitar el sobreaforo, mientras que los aludidos señalaban que tienen la concesión de la vigilancia exterior y que para los eventos en el Madrid Arena deben realizar un plan especial de seguridad en el que siempre están a las órdenes de quienes les contratan; contrato que se realiza a través de Madridec. Por su parte, Kontrol 34 explicaba que no fueron contratados para la fiesta de Halloween y tan sólo facilitaron los números de teléfono de algunos de sus empleados para que Miguel Ángel Flores les contratase a título personal. Todos ellos están imputados y declararán ante el juez a partir del próximo 15 de enero.
Ésta no es la única polémica sobre la seguridad en el Thriller Music Park, el registro de hoy así como las diligencias judiciales para investigar a los trabajadores de seguridad ponen en tela de juicio algunas de las actuaciones de Seguriber y Kontrol 34. Por ejemplo, sobre los flujos de personas entre las distintas plantas del Madrid Arena, que no fueron controlados por nadie, lo que favoreció la aglomeración en la planta baja en los minutos previos a la actuación del Dj estrella, Steve Aoki, y de la que huían las cinco jóvenes que perecieron en la avalancha que se formó en el pasillo de entrada a la pista.
Igualmente, estudiarán la situación de las puertas que, según el atestado policial realizado por el Grupo V de Homicidios, estaban cerradas en la planta baja. De hecho, dos empleados de Madridec ordenaron a los vigilantes que desprecintaran dos puertas paralelas al vomitorio en el que se produjo la tragedia, apenas media hora antes del tapón. Según se puede observar en uno de los vídeos de seguridad, en uno de esos pasillos, que fue cortado para impedir el paso a los vestuarios, los vigilantes bloquearon el paso a quienes querían huir de la pista, incluso aunque fuesen jóvenes a punto de desmayarse.
El juez, el fiscal y los abogados también investigarán sobre la puerta de emergencia que custodiaba Seguriber y que alguien ordenó abrir para desviar a los centenares de jóvenes que se agolpaban en las puertas de entrada para ver a la actuación de Aoki, a una entrada que daba acceso directo a la pista en la cota cero. La entrada principal, en una cota más alta, permite la distribución más o menos homogénea del público por las distintas plantas del edificio.
Otra de las incógnitas que rodea la actuación de los responsables de la seguridad se refiere precisamente a los vídeos de vigilancia, puesto que en ellos se puede ver como en el mismo vomitorio en el que murieron las chicas, se produjeron varias avalanchas peligrosas sin que nadie actuase al respecto.
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