Vivienda

La UVA de Hortaleza, en la recta final 50 años después

En los próximos meses se entregarán otras 137 que ahora están en obras.

Uno de los bloques de la UVA de Hortaleza en construcción que será entregado en los próximos meses. Foto: Luis Díaz
Uno de los bloques de la UVA de Hortaleza en construcción que será entregado en los próximos meses. Foto: Luis Díazlarazon

En los próximos meses se entregarán otras 137 que ahora están en obras.

En el bloque de María Rosa López de la calle Acebedo, 14, de la UVA de Hortaleza, vivían más de una veintena de vecinos. En tres días todos tuvieron que desalojar sus casas. El último salieron con sus maletas en la mano y vieron cómo inmediatamente las máquinas excavadoras derribaban el hogar en el que habían vivido toda la vida para evitar que entraran okupas. María Rosa, junto con su marido y sus tres hijos, fue realojada en una vivienda social situada a tan solo 200 metros de su antigua casa, en la calle Alcaraz. «El cambio fue a mejor porque antes tenía una casa de 40 metros y ahora vivo en una de 80. Estoy muy contenta, pero aún quedan vecinos por realojar y algunos bloques vacíos están okupados por personas que tienen gallinas y hasta han hecho huertos. Esto ocurrió en 2016. Ahora, la única Unidad Vecinal de Absorción (UVA) que aún existe en Madrid, como es la de Hortaleza, vislumbra ya el final de su remodelación. De hecho, la Comunidad de Madrid prevé hacer la entrega de dos bloques de viviendas, actualmente en obras, con las que Madrid habrá concluido las dos terceras partes de las 1.271 viviendas sociales proyectadas en esta zona. Esto supone que el 87% de las familias tiene ya su nueva vivienda.

El realojo de familias en condiciones que cumplan los estándares de calidad de la vivienda pública supone un paso muy importante en la recuperación integral de un barrio con un entorno urbanístico degradado al que se ha tardado mucho tiempo en darse respuesta.

Hasta la fecha se han entregado 706 viviendas a sus inquilinos en los sectores norte, este y sur, donde los trabajos están avanzados, según ha informado la Consejería de Vivienda y Administración Local. En los próximos meses se sumarán otras 137 en dos promociones de 72 y 65 viviendas. Los pisos están localizados en las confluencias de las calles Mar de Las Antillas y Abárzuza. Su edificación concluirá en seis meses.

El barrio de la UVA fue uno de los seis, junto con Fuencarral, Canillejas, Vallecas, Villaverde y Pan Bendito, que se levantó en los años sesenta (1963) para alojar temporalmente a las miles de personas que vivían en el extrarradio de la capital en infraviviendas y que habían venido a Madrid atraídas por las oportunidades laborales que ofrecía. El plazo inicial previsto para el realojo era de cinco años pero los plazos fueron alargando y la Administración no empezó a proyectar la edificación de varios bloques de viviendas donde las familias se pudieran mudar hasta principios de la década de los noventa. Las primeras 36 viviendas se pensó en construirlas en 1993, pero no se entregaron hasta pasados 30 años después de las fechas previstas. Del proyecto se encargaron los arquitectos Fernando Higueras y Antonio Miró. Sin embargo, los trabajos se vieron prolongados en el tiempo durante décadas, lo que ha provocado un deterioro gradual del barrio. No fue hasta 1993 cuando un acuerdo del Consejo de Administración del Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA) incorporó la remodelación de la UVA de Hortaleza a la Operación de Remodelación de Barrios que se había iniciado en el año 1986 con el Decreto 100/1986.

Los últimos realojos, como el de María Rosa, se hicieron en enero de 2016, a pesar de que los tres bloques de viviendas destinados a esas 108 familias habían terminado de construirse a principios del 2013.

Según la Consejería de Vivienda, en esta importante intervención de cirugía urbana han incluido la «ordenación general del ámbito apoyándose en la red viaria existente, la sustitución de edificios inadecuados mediante derribos que permitieran ir construyendo poco a poco los nuevos para conseguir una mejora de las condiciones de habitabilidad y la creación de espacios libre y zonas comerciales y de uso terciario». Además se han recuperado edificios originales por su singularidad arquitectónica y se ha respetado el arbolado existente en la zona.