Viena

Las oficinas podrán convertirse en suelo residencial en 15 días

El nuevo PGOU de Madrid permitirá cambiar la calificación de una parcela sólo con solicitar una licencia previa

Las oficinas podrán convertirse en suelo residencial en 15 días
Las oficinas podrán convertirse en suelo residencial en 15 díaslarazon

Poco a poco, el Ayuntamiento de la capital va perfilando el diseño futuro de nuestra ciudad. La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, acompañada por la delegada de Urbanismo, Paz González, presentó ayer el avance del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que, hasta el próximo 31 de enero, abre su periodo de información pública para recibir todas las sugerencias y alegaciones de los ciudadanos. Tras presentar el preavance hace un año y medio, el nuevo documento arroja más luz sobre las ideas que se expusieron como base del nuevo proyecto de ciudad.

Entre las novedades más destacadas está la flexibilización de usos, que permitirá que, por ejemplo, un edificio residencial cambie su uso a terciario para convertirse en oficinas sin necesidad de hacer un Plan Especial o una modificación del PGOU, bastará la solicitud de la licencia correspondiente. Explicado de forma simple, esto supone que los cambios de uso que antes necesitaban de una modificación del PGOU ahora tan sólo necesitarán de un Plan Especial y los que requerían de un Plan Especial podrán solicitar la licencia previa para agilizar el cambio de uso de un mínimo de 6 meses a unos días. Este tipo de cambio tan sólo se podrá realizar un suelo urbano consolidado y, tal y como señaló la delegada de Urbanismo, «en ningún caso debe entenderse esta flexibilidad como una desregulación indiscriminada, dado que el modelo exige la realización de determinadas evaluaciones de impacto cuando la actividad a realizar lo requiera». La Agencia de Gestión de Licencias será el organismo encargado de recibir las solicitudes, junto con los informes de impacto medioambiental o movilidad necesarios, y autorizar el cambio de uso.

En esta misma línea, se simplifican también los usos posibles, de modo que ahora se unen en «actividades económicas», los actuales uso terciario y uso comercial. Igualmente, en el caso de los equipamientos, dotaciones deportivas, servicios de la Administración pública y demás usos de interés social, en la denominación «equipamiento social». De este modo y a diferencia de como ocurría en el PGOU del 97, las parcelas no tendrán designado un uso concreto, como una escuela infantil, independientemente de cómo se desarrolla el barrio, sino que se podrá construir en ella lo más conveniente para los vecinos.

Además, el avance del PGOU también define el fomento de la red ambiental cuyo proyecto estrella es la regeneración de los bulevares para convertirlos en salones verdes y la creación de una red de corredores urbano-ambientales, para unir entre sí las zonas verdes de la ciudad. «Se trata de un sistema de paseos con gran calidad paisajística que priorizan al peatón y al transporte público, conformándose como una red ecológica y de interconexión de los planes urbanos», explicó Botella.

Del mismo modo y frente al objetivo del anterior Plan de 1997, que agotó el suelo edificable de la capital, el PGOU mira de nuevo hacia la ciudad y a su regeneración como estrategia fundamental. Por este motivo, otro de los aspectos en los que se centra el avance es la rehabilitación, que irá un paso más allá de las actuales Áreas de Rehabilitación Integral para crear una red de indicadores, a los que se podrá acceder a través de un novedoso sistema de geolocalización informática, que orienten al consistorio para detectar las zonas en las que se necesitan actuaciones más urgentes. De hecho, el director general de la revisión del PGOU, José Luis Infanzón, señaló que ya han identificado zonas en Tetuán y Carabanchel que deben ser una prioridad debido a su deterioro. «Después de los planes de actuación en los distritos de la almendra central, ahora es el turno de regenerar la primera periferia, es decir, los barrios situados entre la M-30 y la M-40», explicó.

Además, en la herramienta informática también se incluirán las fichas del catálogo de edificios históricos que actualmente está elaborando el equipo de arquitectos de Enrique Bardají. En ellas, además de recoger los más de 13.000 inmuebles del patrimonio histórico, se detallarán las obras permitidas, las prohibidas y las compatibles en cada uno de ellos para que quienes quieran intervenir en ellos puedan hacerlo con mayor seguridad jurídica. «El nuevo catálogo es fundamental para fomentar el desarrollo económico y poner en valor el centro histórico», apuntó Botella.

El avance recoge dos años de trabajo al que se han incorporado más de 3.000 propuestas de ciudadanos al preavance, cuya página web ha recibido 124.000 visitas, a través de ocho mesas de trabajo, con más de 200 representantes de administraciones, asociaciones, sindicatos, colegios profesionales, grupos políticos del Ayuntamiento, universidades y expertos, entre otros. «Nunca ha habido una participación tan grande en el estudio de un Plan General de Ordenación Urbana», afirmó la regidora. Está previsto que el PGOU definitivo se apruebe en mayo de 2015.

Propuestas «hippies»: barrios «libres de coches»

Entre las medidas que se proponen para fomentar la movilidad sostenible destaca una curiosa que, sin embargo, no sería pionera en la capital, puesto que ya se aplica en otras ciudades, como Viena o Budapest. Se trata de los barrios sin coches o «car-free», en los que se reduce notablemente la presencia de automóviles, porque los residentes renuncian voluntariamente a ello (mediante un compromiso notarial de no poseer coche). Suelen ir acompañados de una reducción muy importante de las plazas de aparcamiento y de las vías de circulación rodada. Normalmente, se trata de barrios de promoción pública apoyados por asociaciones interesadas en su desarrollo.