Ahora Madrid

La oposición impone a Carmena un plan frente a los 135 asentamientos ilegales

Ahora Madrid vota en contra de un paquete de medidas que el PP acordó con C’s y PSOE. El consistorio reconoce que 1.226 personas malviven en estos núcleos chabolistas improvisados.

Manuela Carmena, durante un pleno del Ayuntamiento de Madrid
Manuela Carmena, durante un pleno del Ayuntamiento de Madridlarazon

Ahora Madrid vota en contra de un paquete de medidas que el PP acordó con C’s y PSOE. El consistorio reconoce que 1.226 personas malviven en estos núcleos chabolistas improvisados.

El partido de Manuela Carmena (Ahora Madrid) se quedó ayer solo en su rechazo al plan propuesto por el Partido Popular para buscar soluciones al problema de los asentamientos ilegales en la capital. El grupo de Esperanza Aguirre acordó con PSOE y Ciudadanos un paquete de medidas orientadas, por un lado, a garantizar la asistencia sanitaria a estas personas, generalmente inmigrantes, que integran estos núcleos chabolistas improvisados y, por otro, a minimizar el impacto del fenómeno sobre los vecinos. Los 20 ediles de Ahora Madrid votaron en contra pese a que la delegada de Equidad y Derechos Sociales, Marta Higueras, reconoció la magnitud del problema. Según los datos del Ejecutivo de Carmena, el problema de los asentamientos ilegales afecta ya a los 21 distritos de la capital. En estos núcleos chabolistas, viven 1.226 personas. Seis distritos cuentan con más de una decena de asentamientos. En Fuencarral malviven 184 personas –rumanos, españoles y portugueses– en 14 núcleos. Arganzuela –con 12 asentamientos y 153 personas– cuenta con el núcleo más poblado, con 50 habitantes.

De las 1.226 personas que habitan estos asentamientos, 777 son rumanos de etnia gitana. Mayoritariamente viven en agrupamientos –así lo hacen 486–, mientras que los 291 restantes lo hacen en asentamientos estables. También hay polacos, marroquíes, turcos, portugueses y búlgaros. Frente a las 50 personas que forman el núcleo más poblado en Arganzuela, contrasta lo que sucede en otros puntos de la ciudad: sólo 4 personas integran otros doce asentamientos y tres conforman otros tres.

El texto aprobado por PP, PSOE y Ciudadanos obliga al Gobierno de Carmena –así se comprometió a hacerlo la propia Higueras en su intervención en el Pleno extraordinario– a crear un equipo de mediadores dentro del Samur Social que esté formado por personas de etnia gitana y que dominen la lengua rumana. El Samur Social deberá, además, actualizar su «mapa social» en dos meses para identificar los asentamientos. Todo ello, antes del 30 de junio. Una vez elaborado el diagnóstico de lo que sucede en la ciudad en este terreno se reforzarán, mediante el incremento de los respectivos presupuestos, mecanismos como la Encomienda de gestión a la Agencia de la Vivienda social de la Comunidad de Madrid, el proyecto de Intervención Sociocomunitaria con Población Inmigrante, así como los propios recursos sociales del consistorio hacia las personas en exclusión social. El Ayuntamiento deberá crear una comisión con el Gobierno regional, en la que se estudie si existe posibilidad de desarrollar viviendas de integración que permitan el alojamiento de estas personas.

Junto a todo ello, los tres grupos de la oposición también acordaron la creación de un grupo de trabajo que plantee soluciones al problema y redacte una Estrategia Integral Municipal que necesariamente pase por desarrollar un plan de realojo, actuaciones de intervención social y garantizar el acceso de estos centenares de inmigrantes los servicios de salud y educación.

Higueras defendió el voto en contra de Ahora Madrid por tratarse de medidas que, en buena parte, ya están poniéndose en marcha: «Gran parte de lo que se solicita ya lo estamos haciendo, por eso votamos en contra de esta enmienda totalmente innecesaria y redundante». Higueras también afeó al PP que se preocupe ahora de un problema que lleva años existiendo en la ciudad.

Finalmente, la número dos de Carmena sí señaló que «estaremos vigilantes para que no se ejerza la delincuencia, la violencia de género y la explotación de menores en estos asentamientos. Pero lo haremos igual que con el resto de la población» y, aunque reconociendo que el «impacto vecinal» de este problema es «importante», también dejó claro que lo que «nos preocupa fundamentalmente son las personas que allí habitan». De las medidas concretas planteadas en el plan de la oposición, Higueras fue especialmente critica con la búsqueda de alojamiento a estas personas, al asegurar que «no comparte el chabolismo en altura de los realojos masivos» que impulsaron los populares .

Desde el PP, su portavoz adjunto, Iñigo Henríquez de Luna, criticó la «soberbia» de Higueras, a la que ha enumerado los asentamientos nuevos que existen en la ciudad desde que gobiernan, como los levantados a escasos metros del Pirulí –conocido como «El Rancho»–, los de Moncloa, Chamartín, junto a las cuatro Torres, zona de Delicias, Puente de Ventas o Retiro. Henríquez de Luna trató en su intervención de poner en evidencia la demagogia de Ahora Madrid con «los más vulnerables». En esta línea, puntualizó que «a estos ciudadanos el Ayuntamiento ni los cuida ni los abraza. El Gobierno de ‘‘Welcome Refugees’’ no hace nada para atender a los otros refugiados».