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Madrid Central

Los comerciantes temen más pérdidas por Madrid Central

En Lavapiés aseguran que las ventas no dejan de caer: «En febrero he perdido un 20% y aún no se multaba».

Taxistas, VTC y autobuses de la EMT son los principales usuarios de la Gran Vía
Taxistas, VTC y autobuses de la EMT son los principales usuarios de la Gran Víalarazon

En Lavapiés aseguran que las ventas no dejan de caer: «En febrero he perdido un 20% y aún no se multaba».

«Desde noviembre las cifras no han dejado de caer. Yo tengo una tienda de muebles y las ventas no remontan. Todo lo contrario, no hemos dejado de perder. En febrero calculo que habré perdido en torno a un 20 por ciento y eso que todavía no se multaba», afirma Isabel García, portavoz de los comerciantes de Lavapiés.

Ella, junto al resto de pequeños empresarios del barrio, temen que los 90 euros de multa que tendrán que pagar los conductores no autorizados sigan reduciendo las visitas al centro. Y pone un ejemplo: «Este fin de semana ha hecho un tiempo fantástico y, normalmente, todas las terrazas del barrio se llenan, pero esta vez no ha ocurrido. En la calle Argumosa, que se suele llenar de gente, había mesas vacías. Los hosteleros son algunos de los que más lo están notando».

Lo que más teme García es que la medida afecte, especialmente, a los negocios tradicionales, «que son los que más notan la falta de afluencia de los visitantes de centro». Les preocupan especialmente los centros de reparación porque «salvo clientes habituales, suelen funcionar con el boca-oreja y con las dificultades que hay para entrar en la zona, nadie se va a arriesgar y acabarán buscando uno cerca de su casa», añade.

Aunque las multas comenzaron el pasado sábado, hasta ayer, con el arranque de la semana, es cuando más se pudo apreciar el efecto de las restricciones de tráfico. Así, el número de vehículos que traspasaron las temidas líneas rojas eran pocos, mientras que el tráfico se estableció en los alrededores. El eje de Bulevares y las calles limítrofes tuvieron bastante afluencia de vehículos, mientras que las vías interiores, muchas de ellas limitadas a 30 kilómetros por hora, estaban bastante liberadas. Y es que vecinos y turistas no se arriesgan a que alguna de las 115 cámaras –60 de entrada y 55 de salida– puedan registrar su matrícula mientras atraviesan la almendra central.