Educación
Los madrileños gastarán este año un 40% más en la «vuelta al cole»
La «vuelta al cole» cuesta en la Comunidad un 22% más que la media española
La «vuelta al cole» cuesta en la Comunidad un 22% más que la media española.
Quedan pocos días para que los más pequeños de la casa protagonicen su tan temida «vuelta al cole». Llevan meses disfrutando del sol, la playa y las tardes rodeados de amigos jugando en la plaza del parque pero ya les toca volver a la rutina y es importante que todo esté preparado. Libros, cuadernos, pinturas, mochilas con los personajes animados del momento... Tener todo listo para que los escolares tengan un buen regreso de vacaciones será este curso un 40% más caro para los madrileños que en 2016, según los datos de una encuesta elaborada por el Observatorio Celetem.
Para muchas familias esta vuelta a la escuela podría ser equiparable a la denominada cuesta de enero. Y es que, aseguran los casos consultados por LA RAZÓN, cada año la lista de libros y de material escolar parece que es más larga. Este curso la media de gasto en la Comunidad de Madrid se sitúa en 292 euros por escolar, un 22% más que la media de los españoles.
María José es previsora. Cuando sus hijos de 12 y 16 años comenzaron sus ansiadas vacaciones de verano, ella fue directa a la papelería de su barrio a encargar los libros para el curso que está a punto de arrancar. Asegura que prefiere pedirlos en junio para no agobiarse y así quitarse «un gran peso de encima». «Cada año, de media, me suelo gastar unos 300 euros en cada niño», dice esta madre confirmando los datos de la encuesta. Sin embargo, su gasto medio aumenta cuando hay que hablar de la mochila que cada año necesita su hijo o de las cajas de rotuladores que tiene que utilizar su pequeña. «Es una barbaridad lo que te gastas en septiembre. Ahorrar es posible, pero es que si le compro una mochila barata la destroza enseguida», continúa esta madre.
Piedad lleva cuatro años al frente de la papelería El Candil, situada en Diego de León. Llegó a este local en plena crisis pero reconoce que «no le ha ido nada mal» porque tanto libros como complementos escolares son artículos de «primera necesidad» en los que los padres no suelen poner muchos reparos económicos. Los meses de verano, en los que la gente suele irse de vacaciones y deja a un lado todo lo que pueda tener que ver con escribir o levantar un bolígrafo, aunque puedan parecer los menos fructíferos para su tienda, suelen ser los meses en los que asegura que más factura. «Los hay que vienen en junio y los que apuran hasta el final para pedir los libros», dice, pero la verdad es que «no paramos». En su mostrador tiene una enorme caja llena de encargos de libros de texto que ya ocupan buena parte de las estanterías de su comercio. «Suelen pedirme que se los traiga en septiembre, pero aún así no paramos durante el verano», concluye.
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