Huelgas

Navidad en «estado de huelga»

Sanidad, Metro, EMT o Telemadrid sufrirán paros todos los días hasta fin de año. En lo que va de 2012, los sindicatos han convocado 332 paros

Tras el boicot sufrido por un tren de la linea 8 de Metro el jueves, el presidente aseguró que «si hay algún trabajador responsable de esos sabotajes tomaremos las medidas con toda la contundencia que la legislación nos permita».
Tras el boicot sufrido por un tren de la linea 8 de Metro el jueves, el presidente aseguró que «si hay algún trabajador responsable de esos sabotajes tomaremos las medidas con toda la contundencia que la legislación nos permita».larazon

El Gobierno de la Comunidad terminará el año 2012 con varios frentes laborales abiertos y todos ellos marcados por un escenario común: el de la huelga. En Sanidad, en transportes y en el ente público de Telemadrid, los sindicatos tienen programado un intenso calendario de paros hasta el próximo 31 de diciembre. Se trata de un horizonte conflictivo pero que no es nuevo ni para el Ejecutivo regional ni para los madrileños. De hecho, en lo que va de 2012, se han convocado un total de 332 huelgas de toda índole en la comunidad. De ellas, 257 han afectado de forma exclusiva a Madrid, mientras que las 75 restantes afectaban también de forma simultánea a alguna otra parte o a la totalidad del territorio nacional.

Desde el 1 de enero no ha habido tregua. El primer día del año, al paro estaban convocados los trabajadores del servicio de Atención al Cliente de Renfe-Adif. En este primer mes del año también fueron a la huelga los empleados de la Agencia Estatal de Meteorología, de Hewllet-Packard y de los cines Yelmo, los pilotos de Iberia, los celadores del Hospital Infanta Leonor, los operarios de limpieza de Alcorcón y los estudiantes del MIR. Y esta dinámica no ha hecho más que continuar durante los once meses siguientes.

Los mayores órdagos de los sindicatos llegaron en marzo y en noviembre con la convocatoria de dos huelgas generales. Ambas citas contaron con un seguimiento moderado entre los madrileños, lo que no fue obstáculo para que grupos de antisistema, especialmente en el 14-N, protagonizaran importantes altercados en el entorno de Atocha, que se saldaron con 62 detenidos y varias decenas de heridos, entre ellos 18 policías nacionales. Otro de los momentos más conflictivos llegó con el nuevo curso escolar, en septiembre. El 17 dio comienzo una huelga indefenida de la educación pública convocada por el sindicato CGT. Se da la circunstancia de que ese mismo día –además de coincidir con el anuncio de Esperanza Aguirre de dejar la Presidencia del Ejecutivo regional– también estaban convocados a la huelga los trabajadores de Renfe y de Metro, lo que provocó atascos kilométricos durante toda la jornada en los accesos y salidas de la capital.

Con este balance en lo que va de 2012, el horizonte para las dos semanas que restan de 2012 no invita, precisamente, al optimismo. Los sindicatos con representación entre los trabajadores de la EMT han convocado paros de dos horas en cada turno este lunes y el próximo viernes. El calendario de protestas en Metro es todavía más duro. Sus trabajadores pelean por recibir la paga extraordinaria de diciembre y por que no se les aplique la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy y para ello realizarán paros los días 21, 22, 23, 24, 26, 27, 28, 29, 30 y 31 de diciembre. Los sindicatos sanitarios, por su parte, han convocado para la próxima semana nuevos paros: el 17 y el 18 CSIT llama a todo el sector a la huelga general, el 19 el paro será en hospitales y el 20 en Atención Primaria y Summa. De lunes a jueves, además, continúa la huelga indefinida promovida por el sindicato Afem de facultativos especialistas. Y a todo ello se suma también la huelga casi diaria de los sindicatos en Telemadrid, que impide la emisión de telediarios y programas de actualidad.

En la jornada de ayer, la primera del mes en la que EMT, Cercanías y Metro realizaban paros, acabó sin incidentes pero con notables aglomeraciones en los andenes, en las paradas de autobús y en las carreteras, en donde además se unieron otros dos ingredientes conflictivos de por sí: la lluvia y el comienzo del fin de semana. En Metro, UGT cifró entre un 96 y un 97% el seguimiento del paro convocado en el metro entre las 5:50 y las 8:50 de la mañana, mientras que la dirección de Metro lo redujo a un 44 % respecto a los autobuses urbanos, la EMT situó en un 73% el seguimiento de los paros de por la mañana entre las 06:00 y las 08:00, y del 89 % entre las 18:00 y las 20:00, y señaló que ambos periodos han transcurrido sin incidentes en líneas ni cocheras y que se han cumplido los servicios mínimos.

Respecto a los hechos registrados el jueves en las lineas 3, 5 y 8 de Metro, en las que un boicot dejó atrapadas a 6.000 personas, 14 de las cuales tuvieron que ser atendidas por ansiedad al quedar parado su tren entre Nuevos Ministerios y Colombia, Metro de Madrid confirmó ayer haber presentado ante el juzgado de guardia de la plaza de Castilla una denuncia por el sabotaje, en la que ha pedido penas de cárcel para los responsables. Sobre estos incidentes, el presidente Ignacio González calificó de «inaceptables» los sabotajes.

75 manifestaciones para la próxima semana

Madrid no es sólo el epicentro de las huelgas. Como ha quedado patente en jornadas como el 25-S, la protesta minera o cualquier otro evento de índole nacional, los manifestantes escogen la capital para hacer visible su desencanto. A lo largo del año se han celebrado miles de manifestaciones en la capital –hay una media de diez diarias– lo que ha provocado quejas de vecinos y comerciantes de la zona centro así como del Ayuntamiento de la capital, ya que el gasto el limpieza viaria y reposición de mobiliario urbano destrozado está suponiendo un enorme gasto para los bolsillos de los madrileños. Sólo la semana que viene prevén realizarse 75 manifestaciones en la región. Desde el lunes 17 de diciembre –que arranca con nueve protestas– hasta el domingo 23, que se celebran dos, la penúltima semana del año está marcada por las protestas derivadas de conflictos laborales en empresas privadas, sanitarios, contra la ley hipotecaria, temas religiosos o presupuestos municipales, entre otros. Así, entre huelgas y manifestaciones, la capital es, sin duda, la «zona cero» de las protestas de nuestro país o el «protestódromo».