Cerco a la corrupción
Rivas da dos horas para revisar los contratos del hermano de Tania Sánchez
La oposición tuvo que ver los documentos en un ordenador sin impresora ni internet, tampoco pudieron tomar notas
El actual alcalde de Rivas Vaciamadrid, Pedro del Cura, nunca quiso abrir una comisión de investigación sobre las supuestas irregularidades en los contratos municipales adjudicados a la empresa del hijo y hermano respectivamente de dos concejales de la localidad: Raúl y Tania Sánchez, ahora diputada regional y candidata de Izquierda Unida. Sin embargo, la presión mediática, como él mismo reconoció, le obligó a abrir la comisión, aunque eso no significa que vaya a colaborar para que se sepa toda la verdad sobre si hubo o no favoritismo o prevaricación a la hora de adjudicar servicios municipales. Así, los concejales presentes en la comisión, que se creó el pasado 4 de diciembre, no tuvieron acceso a la documentación que habían solicitado para estudiar los distintos contratos hasta dos horas y media antes del siguiente encuentro.
Un tiempo insuficiente para poder estudiarla con atención, especialmente si se tiene en cuenta que se trata de más de 10.000 documentos en los que, según afirmó el Ayuntamiento de Rivas, se encuentran los expedientes completos de los citados contratos en los que consta la información técnica, los propios contratos, la información contable y los pliegos de condiciones (técnicas y administrativas), así como las actas de los órganos (incluidas las de las diversas mesas de contratación) que tomaron decisiones en la adjudicación de cada uno de los contratos investigados. También están la totalidad de las ofertas de las empresas adjudicatarias, así como las memorias de actividad de las concejalías de Infancia, Juventud y Deporte de los años estudiados, que acreditan documentalmente la realización de las actividades exigidas para la prestación del servicio.
Una información que desde el consistorio consideraron «suficiente» para aclarar los contratos puestos en tela de juicio. Sin embargo, varios concejales de la oposición reclamaron que no estaba todo lo que habían solicitado, puesto que, en el breve lapso que habían tenido para consultar los documentos, no habían encontrado algunas comunicaciones sobre la necesidad de cubrir un servicio o la providencia de gastos respecto a algunas de las licitaciones e, incluso, no habían podido encontrar alguno de los contratos que se investigan.
Ante esta reclamación que podría deberse a la falta de tiempo para comprobar si estaba todo lo requerido, se aseguró a los concejales que, para el próximo viernes 26 de diciembre, estará todo a su disposición. Pero ésta no es la única traba que se han encontrado los grupos de la oposición, ya que para poder consultar la documentación necesitan estar físicamente en el Ayuntamiento de Rivas, porque sólo se pueden ver los contratos, memorias, actas y documentos asociados en un ordenador situado en el consistorio.
Esta computadora no tiene acceso a internet ni a una impresora, para que no se envíen los informes a terceras personas –cada concejal cuenta con una clave personal para acceder al PC–, puesto que en el Ayuntamiento señalan como «secretos» muchos de estos documentos. Es más, algunos funcionarios municipales recriminaron a un edil, miembro de la comisión de investigación, que tomase notas de lo que allí se reflejaba. Se da la circunstancia de que muchos de estos datos «secretos» son notas que han estado a disposición del público meses atrás, como es el caso de las actas de las juntas de gobierno que se cuelgan en el tablón de anuncios del consistorio ripense.
Contra la comparecencia
Por último, las dificultades de la comisión de ayer no se limitaron a la documentación solicitada; tampoco quisieron colaborar dos de las funcionarias cuya comparecencia había sido requerida. Por carta y respaldadas por los sindicatos presentes en el Ayuntamiento, se negaron a acudir a la comisión alegando que sus puestos no son políticos y su actuación está reglada por la Ley. Se trata de dos empleadas públicas que fueron fundadoras de Aúpa, la empresa del hermano de Tania Sánchez, y que, justo después de abandonar la cooperativa, entraron a trabajar en el consistorio y, más tarde, firmaron los pliegos técnicos de algunas de las adjudicaciones a esta sociedad.
Vigilancia en la contratación
- Frente a la opacidad del Ayuntamiento de Rivas, cuyo alcalde, Pedro del Cura, acaba de anunciar la creación de una mesa de vigilancia de la contratación, el consistorio madrileño cuenta desde hace años con una comisión específica que,cada mes revisa los contratos municipales y fiscaliza cualquier duda en los procesos de licitación y adjudicación. Además, dicha comisión está presidida por una edil de la oposición.
Una VPP y dos aparcamientos
Al igual que su hermana, la diputada de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid Tania Sánchez, Héctor también cuenta con una vivienda de protección pública en Rivas adquirida durante los años en los que Tania era concejala, al igual que el padre de ambos, Raúl, que todavía es edil en el consistorio ripense. Para variar, dicha vivienda no está en la misma urbanización en la que al menos 20 cargos y familiares de políticos de IU en el Ayuntamiento de Rivas, entre ellos Tania, adquirieron su hogar. Sin embargo, llama la atención que el día antes de que le fuese concedido un contrato municipal por valor de 137.000 euros, Héctor compró una segunda plaza de aparcamiento en su vivienda, que era domicilio social de su empresa, tal y como adelantó LA RAZÓN.
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