Angel del Río
Se cumplen 50 años de que Madrid llegase a los tres millones de habitantes
El alcalde, Arias Navarro, fue el padrino de la niña registrada con el número 3 millones del censo de la capital y el convite fue un regalo de Perico Chicote
El alcalde, Arias Navarro, fue el padrino de la niña registrada con el número 3 millones del censo de la capital y el convite fue un regalo de Perico Chicote.
Se cumplen 50 años desde que Madrid alcanzara por primera vez en su historia la cifra de tres millones de habitantes. La criatura que hizo el número redondo sería una niña, de padre manchego y madre navarra. Habían pasado 33 años desde que la capital de España alcanzara el millón de personas censadas, después de haber comenzado el siglo XX con 500.000 así que cuando se triplicó el censo fue una fiesta.
Pero ese año de 1968, no iba a pasar a la historia de la Villa sólo por el nivel de población alcanzado, sino porque se sucedieron una serie de acontecimientos de gran relevancia en todos los órdenes, como el nacimiento del heredero de la Corona de España, el príncipe Felipe; la inauguración de importantes obras públicas, la más notoria y controvertida, el scalextric de Atocha; el polémico proyecto de la torre de Valencia; los graves incidentes ocurridos en la Ciudad Universitaria, o las dos ferias taurinas de San Isidro en el mismo año.
Al comenzar 1968, era alcalde de la Villa, Carlos Arias Navarro, y Madrid tenía casi tres millones de habitantes. El 6 de agosto de ese año, nacía en la Clínica San Camilo, en la calle de Juan Bravo, María del Carmen García Fernández. No era un parto más, fruto de un matrimonio llegado de fuera y asentado en la capital de España: era el de la niña tres millones en el censo poblacional de Madrid. Parece que la fecha de inscripción en el registro civil, se hizo 7 días después, un martes y 13, y esa demora hizo que fuera la inscrita tres millones en la historia del censo madrileño. «Aquello fue tan sólo una curiosidad», diría años más tarde Mari Carmen.
La sorpresa de su madre, que como casi todas las madres de la época tenía por oficio «sus labores», fue cuando, poco después, entró en la habitación de la clínica un señor de aspecto serio, que con voz contundente, y le dijo: «Soy el señor Novillo, jefe de la Comisión de Festejos del Ayuntamiento. Dentro de lo malo que ha sido el parto, le ha tocado a usted la lotería, porque su niña es la madrileña tres millones».
¿Y qué significaba aquello?, se preguntó el matrimonio. Pues que el alcalde, que en esos días veraneaba en su tierra natal de Asturias, interrumpió sus vacaciones para conocer a la pequeña, a la que regaló tres medallas: la de la Virgen de Atocha, de la Almudena y la de la Paloma. No sólo eso, el alcalde fue el padrino de su bautizo, que se verificó el 16 de agosto, en la iglesia de la Paloma. La madrina fue otra niña, de sólo 9 años de edad, Ana Isabel Sainz de Cueto Torres, nacida en el Hospital Gómez Ulla, y que en 1959 se había convertido en la madrileña dos millones. En menos de diez años, Madrid había aumentado en un millón su censo de habitantes.
Felicitaciones del embajador
El embajador de los EE.UU. en Madrid, Robert F. Wagner, que había sido alcalde de Nueva York, envió al alcalde de Madrid, Arias Navarro, una carta de felicitación por el nacimiento de la niña tres millones: «Sé que compartimos la esperanza de que María del Carmen disfrute de la oportunidad de crecer y desarrollar sus talentos en un mundo apacible. Esta es nuestra común y duradera tarea, por ella, por sus coetáneos y por todos los ciudadanos del mundo. Muy atentamente».
La fiesta bautismal comenzó en la plaza de la Villa, y tras la ceremonia, el Ayuntamiento ofreció una reunión en la «kermés» de la Paloma, junto al paseo de la Virgen del Puerto. Si bien es cierto que la niña tres millones no venía con un pan debajo del brazo, sí le sucedió algo parecido. El Ayuntamiento la obsequió con 25.000 pesetas en efectivo y otro tanto en una libreta de ahorro, abierta a su nombre. El convite del bautismo fue un regalo del barman Perico Chicote. El torero Palomo Linares, ofreció su capote para cubrirla durante la ceremonia, aunque parece que, finalmente, no se hizo. Peluquerías Parra corrió con los gastos de peinado, lociones y masajes a sus familiares más cercanos. La Sección Femenina le regaló una canastilla; Almacenes Rodríguez obsequió a sus padres con una lámpara, y la firma Orbegozo, con una cocina, mientras que Milupa se encargaría de suministrar toda su gama de productos para bebé. La firma Cortefiel la vistió hasta que cumplió los 23 años de edad, y hasta los 13, por Reyes Magos, estuvo recibiendo juguetes de varias firmas comerciales. Pero quizá el regalo más emotivo le llegó cuando fue recibida en audiencia por el Papa Pablo VI.
Se licenció en Ciencias Políticas y al cumplir los 25 años, María del Carmen, contrajo matrimonio, también en un mes de agosto. Con motivo de haber pasado por la vicaría, volvió a cobrar protagonismo en la prensa: «La niña tres millones, es ya una mujer casada».
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