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Sólo seis zonas naturales de Madrid son aptas para el baño

Espacios tradicionalmente frecuentados por los madrileños, como el embalse de El Atazar o La Pedriza, no reúnen las condiciones de seguridad para zambullirse

Sólo seis zonas naturales de Madrid son aptas para el baño
Sólo seis zonas naturales de Madrid son aptas para el bañolarazon

El dicho de que en Madrid no hay playa cobra cada vez menos sentido. Y es que, aunque lejos de las playas españolas, la Comunidad de Madrid dispone de aguas naturales que son aptas para el baño y que ayudan a numerosos madrileños a sobrellevar el sofocante calor que azota la región estos días. Ubicaciones que, de forma tradicional, se han convertido en puntos de veraneo para muchos ciudadanos pero que, en ocasiones, pasan a ser enclaves en los que darse un chapuzón puede llegar a ser ilegal.

Entre las zonas en las que sí está permitido el baño se encuentran las Presillas de Rascafría, la playa del río Alberche, la Charca Verde en Manzanares El Real, el embalse de San Juan (en San Martín de Valdeiglesias) o los Villares en Estremera. Estos espacios son las únicas seis zonas naturales de baño permitidas ya que cuentan «con el reconocimiento oficial de zonas naturales aptas para el baño conforme a los análisis que efectúa la Consejería de Sanidad, que acreditan su condición de alta salubridad y seguridad», señalan desde el Gobierno de la Comunidad. El órgano encargado de determinar qué zonas naturales son aptas para el baño es la Dirección General de Ordenación e Inspección. A lo largo de la temporada estival los técnicos de Sanidad Ambiental realizarán 54 inspecciones de agua para descartar posibles contaminaciones microbiológicas.

Un dato a tener en cuenta es la creciente masificación de estas zonas, que, aunque son legales, sufren cada año las consecuencias de que miles de personas pasen día a día por sus aguas y las contaminen poniendo en peligro su viabilidad ya que no están dotadas en muchas ocasiones de las infraestructuras necesarias para soportar tanta afluencia de gente. Pero al margen de estas piscinas naturales, la Comunidad tiene muchos más espacios acuáticos (alrededor de una veintena, según los datos de Ecologistas en Acción) en los que por diferentes circunstancias el baño no está permitido. Una situación que no impide a cientos de personas acercarse para mitigar los efectos del calor a, por ejemplo, las pozas naturales del embalse de Picadas o el de El Atazar, donde la «bandera negra» para bañistas no se debe a un mal estado de las aguas sino a que se trata de presas que embalsan el agua que posteriormente se destina al consumo humano, por lo que deben mantenerse lo más salubres posible. No son las únicas presas donde el baño puede acarrear a los ávidos veraneantes una multa de hasta 300 euros –muchos desconocen que disfrutar del agua en una zona ilegal es una infracción leve que según la Ley Autonómica de Protección de Embalses y Zonas Húmedas puede acarrear una sanción económica–. Los embalses de Santillana, en Manzanares El Real; Pinilla, Valmayor o Riosequillo (en Buitrago) son otros de los «puntos negros» señalados por los ecologistas. Y no son los únicos: El Castillo, La Isla, La Pavera (Aranjuez), La Tejera (Fuentidueña de Tajo), Los Chorros o Playa de Estremera (Estremera) son otras de las zonas no aptas para bañistas aunque muchas de ellas han estado repletas este mismo fin de semana. También hay bañistas ocasionales en el Jarama, a la altura de Puebla de la Sierra, Torremocha y Talamanca; en el río Guadarrama, en El Molino, Navalperdiz (Navalagamella) o Las Becerras (Cercedilla); o en el río Manzanares, en La Pedriza (Manzanares el Real).

Zonas de recreo «de toda la vida» en las que en muchas ocasiones los bañistas desconocen esta prohibición. Es el caso del embalse de Valmayor, donde el verano de 2013 fallecieron ahogadas dos niñas ecuatorianas de 13 y 14 años. José Antonio se encuentra con su familia pasando el día y a pesar de los carteles en los que se deja claro que el baño está prohibido no parece que perciban el peligro, «no nos metemos muy al fondo. Esto es muy tranquilo, es muy difícil que pase nada». «Nunca hemos visto por aquí a policías, de toda la vida se ha venido aquí a pasar los días de verano», responde Luisa, su mujer. Otro de los bañistas es Gonzalo que confiesa: «sí sabía que está prohibido bañarse, pero me pilla muy cerca de casa y con este calor es imposible no venir, si me pillan lo asumiré y ya está».

Y es que en muchos casos el riesgo no se queda en un problema de salubridad de las aguas. La imagen de aguas calmadas de los pantanos y pozas madrileños lleva en muchos casos a los bañistas a darse un chapuzón sin tener en cuenta que en estas áreas los desniveles y las corrientes pueden ser frecuentes y los peligros de disfrutar de un baño en estas áreas son en muchas ocasiones bastante mayores que los de hacerlo en el mar. De ahí la importancia de tener en cuenta las recomendaciones y señalizaciones de los diferentes puntos de baño y que, desde las administraciones, se recuerde que deben olvidarse de nadar o chapotear en áreas en las que no vean bien el fondo o puedan calcular con claridad su profundidad a pesar de que apenas se vayan a separar unos metros de la orilla. En el caso de las menores ecuatorianas, por ejemplo, su ahogamiento se produjo porque se fueron adentrando en el agua hasta que llegaron a una sima y se cayeron al fondo sin posibilidad de salir porque, según explicaron sus familiares, ninguna sabía nadar.

Para que una zona natural sea apta para el baño las leyes europeas establecen que debe contar con buena calidad del agua y afluencia de bañistas. Además, deben contar con fuentes de agua aptas para el consumo, servicios higiénicos y de recogida de residuos. Cada año, la Consejería de Sanidad procede a su calificación en función de los muestreos realizados, que remite al Ministerio de Sanidad, y éste a su vez, a la Comisión Europea. El Ministerio cuenta con un Sistema de Información nacional de Aguas de Baño (Náyade) como herramienta informática para la gestión en información de la calidad del agua en las comunidades autónomas y demás organismos.