Conflictos laborales

Un prejubilado lidera la huelga de basuras de Alcorcón

El cabecilla del comité lleva un año sin ejercer tras llegar a un acuerdo con la empresa

La Razón
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La huelga indefinida de limpieza que los sindicatos CC OO, CSIF y CGT llevan a cabo en el municipio de Alcorcón desde el pasado lunes está siendo liderada por Juan Carmona Chamarro, representante de la primera de las citadas organizaciones y prejubilado de la compañía desde marzo de 2013. Carmona Chamarro, que dejó su puesto de peón con un sueldo de casi 40.000 euros, y por lo tanto lleva casi un año sin ejercer, acordó en aquel momento con ESMASA (Empresa de Servicios Municipales de Alcorcón) abandonar su trabajo a cambio de que le abonaran una cuarta parte de su sueldo, que se completaría con la jubilación correspondiente. Según abogados laboralistas consultados, la situación es legal pero «muy poco frecuente».

Carmona es, por tanto, uno de los líderes sindicales que, tal y como adelantó LA RAZÓN, solicitaron a la empresa seguir cobrando el sueldo durante los días en los que se llevara a cabo la protesta, «ya que ese dinero se destinará a los gastos derivados de la misma, y lo que exceda de ese dinero será cedido al comedor social de Alcorcón», según dejaron reflejado en un acta de reunión con la dirección de la empresa durante las negociaciones de la huelga.

Los otros dos portavoces de los sindicatos que pretendían acogerse a esta medida son Jesús Santos Gimeno, de la Confederación General del Trabajo (CGT), y Jesús Sánchez Fernández, líder de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).

El primero de ellos fue el responsable de anunciar a la empresa que pretendían seguir cobrando durante la protesta. Santos Gimeno recibe un salario neto de 2.042 euros (2.778 brutos), es decir, más de 36.000 euros brutos al año divididos en trece pagas. El segundo, que percibe el mismo sueldo, ha sido uno de los principales avivadores de la misma.

El origen de la huelga, según los sindicatos convocantes, hay que buscarlo en la intención de «luchar contra la privatización de los servicios públicos». Según su versión, el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con la sociedad sin ánimo de lucro Ecovidrio para gestionar la recogida del mismo. El Consistorio lo niega y asegura que no ha firmado ningún contrato para la extenalización de este servicio.

En ESMASA no están previstos despidos ni bajadas de sueldo para ninguno de sus trabajadores y el resto de condiciones, que hace años que tienen los empleados, se mantienen intactas. Por lo tanto, desde el Ayuntamiento de Alcorcón consideran que se trata de una «huelga política», ya que no ven razones para que se produzca. De hecho, el alcalde de la localidad, David Pérez, recordó que «ya son varios los sindicatos que se han descolgado (en referencia a UGT y USO) de una protesta que se convoca solamente para ir en contra del Partido Popular». Pérez se refería así a que dos de los grupos sindicales más importantes de la empresa han mostrado su rechazo a la celebración de esta protesta asegurando que «responde a intereses personales». En concreto, UGT colgó en su blog de internet un comunicado en el que dice que todo el movimiento es una «farsa» en la que se está usando a los trabajadores y criticaba «que no se hubiera contado con todo el mundo».

Mientras, la huelga arranca hoy su tercer día de protestas (a las que están llamados los casi 170 empleados que tiene la compañía) con unos resultados que Yolanda Pérez, consejera delegada de ESMASA, considera «un fracaso», al mismo tiempo que los sindicatos hablan de un rotundo «éxito».

Durante los diferentes días de protesta, apenas se han producido incidentes salvo el lanzamiento de algunas piedras contra los primeros camiones que salieron a trabajar y algunas cerraduras tapadas con silicona en las instalaciones de la empresa.