Golpe a los «narcopisos» de Vallecas

La Policía Nacional detiene a 25 personas y desmantela nueve de estas viviendas para tratar de devolver la normalidad a un barrio que llevaba cuatro meses «invadido» por toxicómanos.

Los vecinos de Puente de Vallecas llevaban ya desde el verano quejándose de los problemas de inseguridad e insalubridad que vivían desde que muchos toxicómanos se habían trasladado de la Cañada Real a este barrio precisamente porque tenían oferta. Un grupo organizado se había dedicado a okupar pisos para la venta y consumo de drogas duras, lo que había convertido las calles del barrio en un ir y venir de toxicómanos merodeando y consumiendo incluso a plena luz del día en la vía pública. Estos vecinos comenzaron el mes pasado a organizar caceroladas frente a las puertas de estos llamados «narcopisos» y, tras algún incidente, frenaron la poca discreción con la que actuaban los mafiosos, lo que de alguna manera perjudicó la investigación policial que ya estaba en marcha. Hace casi quince días la Policía entró en uno de estos pisos, situado en al calle Puerto de la Bonaigua, y decomisó, además de un kilo de cocaína y sustancias para cocinarla, una litografía de Antonio López. Ahora, en una operación instruida por el Juzgado de Instrucción número 36 de Madrid, se ha logrado desarticular un grupo organizado y se han desmantelado nueve «narcopisos», según informó ayer la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa y el jefe superior de Policía, Germán Castiñeira. Los pisos para los que se logró una autorización judicial están distribuidos por la avenida de la Albufera, Pico Jabalón y José Serrano, entre otras calles, aunque los vecinos, que llegaron a hacer un censo, contaron medio centenar de ellos.

A lo largo del jueves, los agentes de las brigadas provinciales de Policía Judicial, Seguridad Ciudadana y Extranjería, además de la comisaría del distrito, llevaron a cabo los registros domiciliarios. De los nueve pisos desmantelados, cuatro de ellos estaban okupados. Algunos eran utilizados como puntos de distribución y otros como almacenamiento del estupefaciente, aunque el algunos también se permitía el consumo en el interior, los conocidos como «fumaderos».

Como resultado de la «operación Silbato» –los implicados se avisaban de la posible presencia policial por silbidos– se ha procedido a la detención de 25 personas de once nacionalidades distintas y se han intervenido 264 papelinas de heroína preparadas para su venta, 100 gramos de cocaína en roca, un arma de fuego, armas blancas, móviles, 2.800 euros y útiles para la distribución y venta de las sustancias. Los cinco pisos okupados han sido devueltos a sus dueños y los otros cuatro han sido precintados. No obstante, la operación sigue abierta.