Wanda reabre la guerra contra Carmena

El millonario Wang Jianlin asegura que tiene el permiso del Ayuntamiento para derribar la fachada del Edificio España y que sólo está la espera de la confirmación «por escrito». El consistorio niega la versión del grupo chino

Que hay un problema de comunicación entre el Gobierno de Carmena y el grupo chino Wanda es algo que ambas partes parecen empeñadas en demostrar. Según la versión ofrecida en las últimas semanas por el Ayuntamiento, «las relaciones se habían normalizado» y el Ejecutivo municipal había logrado convencer al millonario Wang Jianlin para que la reforma del Edificio España se llevara a cabo sin desmontar la fachada. El culebrón sobre este rascacielos dio ayer, una vez más, un giro inesperado. En una entrevista concedida a una televisión china, Jianlin aseguró que los responsables de Wanda en España están a la espera de recibir una autorización escrita del equipo de Carmena para poder derribar el inmueble. «El Ayuntamiento volvió a hablar con nosotros diciendo que sí podemos demolerlo. Estamos esperando un documento escrito en lugar de una promesa verbal», señaló el magnate.

Desde el Ayuntamiento niegan la mayor. El departamento de Desarrollo Urbano Sostenible reconoció ayer que siguen trabajando en el marco técnico de la reforma pero siempre con el mismo planteamiento encima de la mesa: la fachada no se toca. Para ello se remiten a la respuesta de Wanda a la carta enviada por la alcaldesa, en la que, según insisten desde Cibeles, el grupo chino se comprometió a no tocar la fachada que da a la plaza de España. Únicamente en el caso de que algún elemento puntual podrá ser desmontado durante las obras si corriera riesgo de conservación.

Durante su entrevista, el propietario de Wanda reconoció que una parte de la sociedad madrileña siempre se ha opuesto a su proyecto para el Edificio España. Hizo alusión a los 70.000 ciudadanos que secundaron una plataforma contraria a la demolición del edificio, pero también señaló que ese grupo «no representó la mayoría de los cuatro millones de madrileño». Consciente del valor histórico para Madrid del edificio –«que es como el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, un símbolo en el corazón de los madrileños»–, el empresario insiste en que el derribo es la opción más viable para la reforma: «Tras la evaluación de expertos españoles se decidió que el edificio no podía aguantar su peso y tenía que ser demolido. No soy un tirano. No era mi intención, si aún se pudiera utilizar, ¿por qué querría derribarlo?», concluyó.

Au revoir, Campamento

Además de este nuevo desencuentro a cuenta del Edificio España, Wang Jianlin confirmó que los contenciosos con las autoridades españolas le llevaron a renunciar a edificar un macrocomplejo turístico y de ocio en Madrid. Wanda se había fijado para esta iniciativa en los terrenos de Campamento, pero Jianlin finalmente dio la orden de cerrar un acuerdo y trasladó este proyecto a suelo francés: «El mayor proyecto turístico que planeábamos en España lo trasladamos a Francia». Al romper su silencio con este anuncio, Jianlin confirma la información ofrecida por LA RAZÓN el pasado 1 de marzo. Este diario relató entonces que los 3.000 millones que Wanda había reservado de su cartera de inversiones para remodelar los terrenos del Ministerio de Defensa en el distrito de Latina fueron comprometidos por el grupo asiático en un nuevo destino: las afueras de París. Los reparos de Wanda a abrir un nuevo frente negociador en Madrid terminaron de esta forma beneficiando a la capital francesa. Su renuncia a Campamento llegó en paralelo a la firma entre Wanda y el grupo Auchan de un acuerdo que contemplaba levantar el complejo «Europa City», situado a mitad de camino entre el centro de la ciudad y el aeropuerto Charles de Gaulle. La decisión de Jianlin se traducirá sólo durante la fase de construcción y desarrollo de Europa City en la creación de 20.000 empleos y de otros 14.000 puestos de trabajo cuando el macrocentro comercial y de ocio esté operativo.