Sucesos

Un investigado en Murcia destapa una red pedófila

Trece personas de 27 países han sido detenidadas cusadas de distribuir imágenes de abusos sexuales a menores a través de Internet

La Guardia Civil ha revisado numerosas fotografías y material audiovisual obtenido de los ordenadores investigados
La Guardia Civil ha revisado numerosas fotografías y material audiovisual obtenido de los ordenadores investigadoslarazon

Los cuerpos de seguridad de 27 países, coordinados por Europol, siguieron la pista de, al menos, trece personas por producir y distribuir imágenes de abusos sexuales a menores a través de Internet.

La alerta saltó cuando los miembros de la ONG Necmec (National Center for Missing And Exploited Childres) de Estados Unidos dio a conocer la existencia de un usuario localizado en Murcia que distribuía archivos pedófilos por Internet. Inmediatamente, el juez ordenó que se analizara el contenido de su ordenador. De esta forma, la Guardia Civil detectó 551 direcciones de correo electrónico y más de 200.000 archivos en los que se reproducían vídeos y fotografías con abusos sexuales violentos a menores, desde bebés hasta 16 años y mensajes o dedicatorias a la carta.

Las detenciones realizadas en la primera fase de la denominada operación «Plus Ultra 2», se han llevado a cabo en España, Irlanda, Reino Unido, Argentina, México, Brasil, Chile, Alemania y Serbia. Hasta el momento se han podido identificar a 30 menores como víctimas de la red. La Guardia Civil manifestó que puede haber muchas más víctimas, ya que la operación continúa abierta.

Un total de 21 agresores han sido identificados. Según fuentes de la Benemérita, entre los detenidos se encuentran dos individuos encargados de producir el material y que proceden de México y Chile. Solo el investigado en Murcia es español.

Dada la colaboración internacional, se pudo localizar a los que se ocupaban de realizar los videos y las fotografías, que estaban en contacto directo con las víctimas además de los consumidores y distribuidores.

En su «modus operandi», cada usuario poseía un perfil en Internet a través del cual subía a la red los archivos pedófilos, que catalogaban según los contenidos o el tipo al que pertenecían, y en el que especificaban el sexo del menor, su edad o la actividad, facilitando el acceso a los interesados.

Para evitar ser detectados, controlaban el perfil de cada usuario para asegurarse de que se trataba de personas de similares gustos. Utilizaban frases como: «Quieres intercambio?. Escríbeme. Me gustan niños o niñas de 1 a 9 años o no publiques tu contraseña en los comentarios. Disfruta».