Sevilla

La demanda para ser aparcacoches se dispara entre un 40 y un 50%

Jóvenes titulados medios piden entrar en una bolsa de trabajo de 6.000 vovis

La demanda para ser aparcacoches se dispara entre un 40 y un 50%
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Cuando dentro de varias décadas se mire atrás en el tiempo para analizar los años de la crisis, el «crack» del 2000 y pico, aparte de las cifras del paro, contabilizadas por millones, es más que posible que se pasen imágenes en el PowerPoint versión «mucho.0» de familias desahuciadas, pisos vacíos, acampadas, personas que en otro tiempo conformaron la clase media buscando chatarra, emigrantes altamente cualificados, suicidios de gente sin oficio y con muy poco beneficio –a diferencia de la imagen de aquel «Crack del 29» en que los ejecutivos se tiraban de los rascacielos–, bolsas de alimentos para gremios supuestamente acomodados –los periodistas, por ejemplo–, y, también, padres de familia intentando ganarse unas perras aparcando coches. Según la Asociación de Parados Mayores de 40 años (PM40), la demanda en Sevilla para ser vovis –una especie de aparcacoches pero con uniforme y amparado por un convenio– se disparó entre un 40 y un 50% en 2012 y la tendencia se mantiene.

El coordinador de PM40, Andrés Rodríguez, explicó a LA RAZÓN de Sevilla que el perfil del demandante de vovis, que ya venía variando desde el arranque de la crisis, sigue mutando. Llegan personas de los servicios sociales, de Remar, rehabilitados, de asociaciones de minusválidos y «gente de entre 18 y 29 años y con estudios medios». También se da el caso contrario, personas de 65 años que se acaban de jubilar, con una pensión tan baja que se ven obligados a pedir una ayuda como aparcacoches para poder llegar a final de mes o hacer frente a las deudas. Lo que en Alemania llaman «minijob».

La normativa antigorrilla impulsada por Zoido no diferencia entre gorrillas y vovis. El colectivo cuenta con un convenio marco desde la época de Rojas Marcos, asumido por los siguientes equipos de Gobierno, hasta Monteseirín. Según informó el Ayuntamiento, «la ordenanza antivandálica aprobada por el anterior Gobierno dejó sin efecto cualquier convenio previo porque ningún acuerdo puede ser contrario a la norma». El Consistorio indicó que en el cómputo de multas «se dan cifras de denuncias por incumplimiento del artículo de la ordenanza antivandálica», sin diferenciar entre vovis y gorrillas. Desde PM40, no obstante, aseguraron que la Policía, generalmente, avisa para que no sigan aparcando coches con el argumento de que «su jefe no quiere» y sin llegar a denunciar y sólo apercibir.

El colectivo cuenta con una veintena de peticiones para verse con el alcalde y se queja de que «quieren poner la zona azul en toda la ciudad», que «no genera empleo, sino sólo recaudación».

PM40 se instaló en Sevilla hace 14 años y da servicio a más de un centenar de padres de familia, españoles e inmigrantes. En 2011, más de 4.000 personas solicitaron trabajar como aparcacoches. En 2012, unas 6.000. Antes de la crisis, la demanda era de unas 600 personas, cuando la tasa de paro rondaba el 5%. Ahora, con más de 300.000 desempleados en Sevilla, la demanda sigue aumentando.

«Unos 300 euros» de salario mensual

Un vovis puede conseguir unas ganancias mensuales de 300 euros, asegura la asociación, que se queja de que «cada vez hay menos sitios» donde hacer una labor que considera de «sereno». «Ayudamos a descargar, vigilamos, tiramos la basura...», relata Andrés Rodríguez, coordinador de PM40. Hace dos años, también en época de «vacas flacas», alcanzaban los 400 o 500 euros. «La crisis ha llegado para todos». De la recaudación, el 65% corresponde al salario –ayuda es un término más correcto, al no regularse la actividad como un empleo– y el resto va a la asociación, que lo destina a gasto de personal, mantenimiento, local, logística de los recibos de aparcamiento, etc.